Jon Andoni Cintado, mucho más que un subcampeón del mundo de taekwondo | Yo soy noticia


Subcampeón del mundo de taekwondo en la categoría de menos de 80 kilos hace ahora un año, la vida deportiva de Jon Andoni Cintado (11 de mayo de 199) ha cambiado bastante, hasta el punto de que esta temporada va a poder «hacer check» en uno de esos objetivos vitales que se puso cuando comenzó su andadura como deportista, participar en los prestigiosos ‘Grand Prix’, los eventos que más nivel tienen de su deporte.

En aproximadamente un mes afrontará su defensa de esa plata mundialista, un reto importante. «Es el gran objetivo del año y no, me explico. Estamos en año preolímpico y el Mundial da muchos puntos, así que es importante en ese aspecto. El Mundial o el Europeo siempre son las citas que más prestigio tienen, aunque como decía antes, en los Grand Prix hay más nivel».

«Este año es una carrera de fondo, todos los campeonatos son muy importantes porque se dan muchos puntos. En cuatro meses se van a repartir más puntos que en los últimos tres años»

Todo esto es vital en clave olímpica, en clave estar en los próximos Juegos de París 2024. «No se puede fallar en ninguna d elas grandes citas; hay que tener suerte y no sufrir lesión alguna porque ya sabemos que el taekwondo es un deporte muy lesivo», cuenta a Yo Soy Noticia.

Una temporada tan dura como ilusionante

«Tenemos ese Campeonato del Mundo a finales de mayo y desde el día que yo compito hasta el primer Grand Prix hay solo una semana. Es una ida de olla total porque no se puede fallar, no podemos tener problemas físicos… Habrá que elegir muy bien los campeonatos en los que vamos a participar».

Insiste en la ilusión que tiene por participar en los cuatro Grand Prix este año, unos eventos que compara con los Grand Slams del tenis. Las citas tendrán lugar en Roma (9-11 de junio), París (31 agosto – 2 septiembre), Taiyuan (1 octubre) y las finales de Manchester (2-3 diciembre).

«A los tres primeros campeonatos van los 32 mejores, pero a las finales solo van 16. Tengo mucha ilusión con participar ahí y vivir esa experiencia», sigue contando al respecto de estar en un circuito de la máxima élite y al que va a poder acceder gracias, en parte, al subidón que pegó en el ránking tras esa medalla de plata conseguida en el último Mundial.

Ese subcampeonato es el mayor logro de su carrera hasta la fecha y ahora tiene que ser consciente que ya no es ese «chico jovencito» que acude a un campeonato a soñar y crecer. «Cada uno gestiona todo esto de una forma. Ahora soy consciente de que mi nombre ya suena, ya me conocen. Lo afronto con humildad porque este deporte es así; un día te sale un campeonato perfecto y al siguiente te puedes ir fuera en primera ronda».

«Son combates de tres minutos y puede pasar de todo. Voy a ir al Mundial con la misma mentalidad del año pasado y, quizá sí, con un poco más de confianza porque ya sé lo que puedo conseguir»

Los Juegos, la clasificación más dura

Precisamente por eso no quiere «obsesionarse» con los Juegos. «Hay que ser realista. Los Juegos es el campeonato más significativo, pero no es el más justo. No van los 16 mejores, tiene que haber gente de Oceanía, de América… Por eso, para poder clasificarme tengo que estar en tres los primeros del ránking y que no haya ningún español por delante. Es muy complicado. Los españoles, además, normalmente no podemos ir al Preolímpico Europeo porque España, ya de por sí, suele clasificar a más de dos deportistas en otro pesos. La única opción que nos queda es entrar por ranking».

Y además, en su caso particular, tiene a Daniel Quesada en su peso, uno de los veteranos de la selección. Mi preparación va más encaminada, en ese aspecto, al próximo ciclo, el que terminará en Los Ángeles».

Hay otra particularidad especial que tiene la clasificación olímpica. Y es que hay menos categorías, menos pesos, por tanto unos deportistas habituados a pelear en un determinado peso tienen que cambiar cuando llegan los Juegos. «La gente suele bajar o subir de peso cuando llegan, sí», cuenta Jon Andoni Cintado. «Se nota bastante, pero lo que más se nota es el tema de la altura y es ahí donde Dani (Quesada) y yo tenemos la desventaja porque solemos ser los más bajitos siempre. La verdad es que no me acuerdo cuando fue la última vez que competí con alguien más bajito que yo».

Reconoce a la perfección ser parte de un deporte totalmente arraigado en España, que ha llenado de éxitos los Juegos Olímpicos. Nombres como Joel González, Eva Calvo o Brigitte Yagüe han pisado el podio de unos Juegos, algo difícil de imaginar hace veinte años. «Yo creo que se trata de una mezcla un poco de todo. Al principio se hicieron muchas cosas bien, se obtuvieron buenos resultados y eso ayudó mucho al deporte. El número de licencias en España es muy alto», sigue diciendo.

«Se trabaja muy bien con los deportistas una vez están formados. Hay pasión, tenemos entrenadores muy buenos. La combinación de todo es lo que ha dado tantos buenos resultados al taekwondo español»

Un nuevo proyecto por delante

Más allá de su deporte, la cabeza de este subcampéon del mundo está más que muy bien amueblada. Es Ingeniero de Diseño Industrial y tiene un Máster en Dirección de Empresas. «Cuando eres deportista, eres el ingeniero deportista, pero cuando dejas el deporte pasas a ser un ingeniero más. Y los hay a patadas», dice con gran aplomo y madurez sobre el día de mañana. «No sé si en el futuro me dedicaré a esto o no, pero lo tengo ahí. Hay que tenerlo y si no lo tuviera creo que viviría con ansiedad porque no hay que olvidar que la carrera deportiva es corta».

Y va más allá. «Tengo que ser realista. A día de hoy soy subcampeón del mundo, pero mañana aparece un niño prodigio de mi peso, me gana cuatro campeonatos y me quita el puesto. De repente me puedo quedar sin nada; eso es algo que todos tenemos asumido. Todos los años te tienes que jugar el puesto para estar en el Europeo o en el Mundial. Si yo estoy dos años que no logro clasificarme para estos eventos no podría dedicarme al deporte».

Es honesto siempre con lo logrado. «La realidad es que, a mí, los estudios siempre se me han dado bien. He tenido facilidad. También creo que el hecho de ser deportista de élite te ayuda mucho a saber gestionar momentos de presión y de estrés en los exámenes».

Tanto es así que ahora mismo está inmerso en un apasionante proyecto que nació como su Trabajo Final de Grado. «Al ser ingeniero tenía que diseñar un producto completo y yo hice unas zapatillas de taekwondo. Presenté el proyecto, saqué un sobresaliente, gustó mucho y ahora estamos ahí en negociaciones para seguir adelante con el proyecto y que se haga realidad», acaba con una mezcla de orgullo e ilusión.

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