Julia Figueroa, de Córdoba a València para convertirse en una estrella del judo mundial | Yo soy noticia


La judoca española Julia Figueroa (Córdoba, 7 de abril de 1991) siempre ha tenido claras sus prioridades en la vida. Y en la escala personal, arriba del todo aparecía su carrera como deportista profesional. Por eso, a los 18 años decidió apostarlo todo a ello y se mudó desde Córdoba hasta València para intentar convertirse en una de las mejores del mundo.

Siempre tuve claro que quería dedicarme a esto, vi cómo se entrenaba en València y decidí venirme. Ahora estoy muy contenta y no lo cambiaría por nada. Ya llevo aquí diez años”, explica.

Nunca es fácil tomar una decisión de esta magnitud, cambiar de vida drásticamente, pero en un deporte minoritario como el judo las oportunidades siempre son más escasas. “Mira, a los Juegos solamente va una por país en cada categoría, no es fácil”, cuenta a Yo Soy Noticia la protagonista de esta historia.

Y aunque tiene muy encaminada su clasificación para Tokio 2020, sabe que la prudencia es esencial. “Tengo ganas de que termine el proceso de clasificación y así poder decir que estaré en otros Juegos”, admite ilusionada una deportista que ya estuvo en Río 2016, donde la competición no fue como a ella le hubiera gustado.

El Valencia Club de Judo, fundamental en su carrera

“Yo me vine al Valencia Club de Judo, y es aquí donde me he desarrollado como deportista, al lado de preparadores muy buenos”, va contando al tiempo que menciona la importancia de Sugoi Uriarte y Laura Gómez, que primero fueron compañeros suyos y ahora ven los toros desde la barrera. “Creo que ahora sufren igual o más que antes, pero de otra manera, desde fuera”.

Sobre esa importante clasificación olímpica, la carrera finalizara en mayo, pero Figueroa la tiene bien encaminada. “No me puedo quejar de cómo estoy ahora mismo”, reconoce. “Esta es una temporada muy especial, vamos a empezar dentro de poco pero será un no parar. Desde que arranquemos hasta que terminen los Juegos no vamos a tener nada de tiempo para descansar”, describe sobre la hoja de ruta que afronta a partir de este mes de enero.

La experiencia de Río 2016

Aunque Río 2016 no fue tan bien como esperaba, se trajo buenos recuerdos de allí. “Cuando pienso en todo aquello, muchas veces no sé qué decir, impresiona bastante ir a desayunar y estar al lado de Pau Gasol, o estar caminando por la Villa Olímpica y cruzarte con Novak Djokovic”, va contando al tiempo que recuerda una cita que supuso su debut olímpico y de la que ya han pasado casi cuatro años.

Además, sabe que esa experiencia le puede venir bien en Tokio, donde aspira a lo máximo. “A ver, en judo la competición se resuelve en un día, pero toda experiencia anterior siempre suma, eso está claro. Yo he estado todo este ciclo olímpico demostrando que puedo estar peleando por todo, así que quiero ir a por todas y a luchar por estar en el podio”.

Y eso que en 2017, unos meses después de Río, sufrió una grave lesión de rodilla que la tuvo apartada del tatami algún tiempo, algo que ya está “olvidado” y que no pasa por su cabeza. “La rodilla está perfecta, como la otra, vaya. Creo que hago todo normal y sin ningún tipo de problema”, describe sobre un tema que siempre es un quebradero de cabeza para cualquier deportista, y más en un deporte donde las rodillas se ven tan exigidas como en el judo.

Lo que sí desea es llegar bien preparada a Tokio, porque es “un premio” y “una recompensa”, ya que “son cuatro años enteros dedicándote a ello” y “es la competición más importante que tenemos”.

Compite bien bajo presión

Sin embargo, pese a la importancia y lo vital que es para los deportes minoritarios una cita como la olímpica, Julia Figueroa no se siente especialmente presionada o nerviosa. “Yo entreno cada día para pelear por todo, pero soy consciente de que todo el mundo lo hace y todo el mundo va muy bien preparado. Además, cada vez hay más países que están a gran nivel».

Yo creo que rindo bien bajo presión, es una sensación que me gusta, soy muy competitiva y disfruto con esa sensación”, añade.

Lo que sí cambia mucho es la exposición mediática y el interés tanto de su entorno profesional, como personal. “Yo siempre lo comparo con la selectividad. Ese año la escuchas por todos lados y con los Juegos ocurre lo mismo. Todo lo que hacemos interesa mucho más, pero es algo que tenemos que intentar llevar bien, seguir entrenando igual que siempre y prepararse mejor que nunca».

Yo siempre lo comparo con la selectividad»

Figueroa demuestra madurez y templanza en cada palabra, porque sabe que está en el camino correcto para demostrar en Tokio 2020 todo lo que vale. Al final, lo apostó todo por ser una referencia mundial en su deporte y en buena dirección está.

Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continua navegando, consideramos que acepta su uso. Puede cambiar la configuración u obtener más información ‘aquí’.

Aceptar Cookies