Israel Molina Gómez
La barcelonesa, que ya ha recuperado parte de la normalidad en los entrenamientos, detalla cómo se las ha ingeniado con su padre para poder entrenar durante la cuarentena y sueña con seguir creciendo para poder disputar los torneos más importantes del mundo
El tenis es uno de los deportes más internacionales que hay. Se juega en todo el planeta y la globalización ha provocado que cada vez los mejores del mundo vengan de un rincón diferente. Pese a ello, España sigue teniendo una cantera inagotable de nuevos talentos. Es el caso de la joven catalana Ari Briones, que se va abriendo paso en su deporte poco a poco, sin prisa pero sin pausa y con la ambición de meterse entre las 100 mejores del mundo.
Sin embargo, para llegar hasta ahí hace falta «mucho esfuerzo y mucho trabajo diario», dos ingredientes con los que comulga diariamente la protagonista de esta historia, una deportista que entrena en las pistas de la Federación en Cornellá, donde va moldeando su juego para buscar ser mejor cada minuto que pasa.
«Soy una persona luchadora, ambiciosa y que intenta dar el máximo dentro de la pista»
La importancia de Nadal o Muguruza
Así se define ella misma como tenista, así es como se ve dentro de la pista. Una mirada tímida a su interior, porque desde su humildad puede florecer el nuevo talento del tenis femenino, en una época donde ya casi hemos olvidado a leyendas como Arantxa Sánchez Vicario o Conchita Martínez, pero que cuenta con el bagaje de una gran estrella como Garbiñe Muguruza.
De la importancia de tener grandes figuras también habla Briones, que pone el foco en la mencionada Garbiñe y en el omnipresente Rafa Nadal, quien siempre tiene una mención obligada en cualquier charla que medie el tenis.
«Tener unos referentes tan grandes y a la vez tan cercanos es muy importante para España y para que la gente joven se aficione a este deporte. Los ves a ellos y piensas que si ellos lo han podido hacer, nosotros también podemos»
No se trata de buscar comparaciones ni en pelear por ser el nuevo Rafa Nadal o la nueva Garbiñe Muguruza, pues deportistas así surgen cada mucho tiempo Los sueños de Ari Briones, en 2020, no viajan a cotas tan altas, al menos de momento. «Yo quiero lo que quiere cualquier deportista a mi edad, que es vivir de su deporte», explica a Yo Soy Noticia. «Para eso tengo que intentar estar entre las 100 mejores, ser parte del circuito de la WTA y pelear por estar en los mejores torneos del mundo».
Ahora mismo se siente bien y se siente en forma, a pesar de que estos meses de confinamiento y de Estado de Alarma han sido igual de complicados para ella como para todo el mundo. «La vuelta a los entrenamientos no fue sencilla, al principio te sientes un poco fuera de lugar, pero con el paso de los días vas recuperando las sensaciones. Creo que tampoco he perdido mucho rendimiento durante todo este tiempo», resume.
«Las primeras semanas tras el parón nos tuvimos que adaptar un poco. Llevábamos mucho tiempo parados y hubo que tomarlo con más calma. No podíamos hacer los mismos entrenamientos. Poco a poco nos hemos ido cogiendo«.
Una cuarentena sin dejar de entrenar
Lo cuenta con la misma naturalidad con la que explica cómo se las ingenió para poder entrenar durante las semanas de cuarentena. «A ver, los primeros días se hizo un poco raro todo. Aún así hacía físico, me marcaban unas rutinas y yo las seguía», empieza contando la joven tenista española, que pronto describe a la perfección la forma que encontró para hacer ‘tenis’ en su casa.
«Tuve la suerte de que mi padre se las apañó para hacerme una lona con la que yo podía pelotear y así seguir teniendo contacto con mi raqueta»,
Termina explicando todo esto entre risas al recordar aquellos ‘partidos’ tan particulares. Y es que todos los deportistas han buscado la manera de seguir en forma, y cada uno ha encontrado la suya. Si algo demuestra esto es que sus ganas y su ilusión por ser cada día mejor jugadora han seguido intactas en todo momento.
Ahora todavía no sabe ni dónde ni cuándo será su vuelta a la competición, aunque confía que en agosto se vaya poniendo un poco todo en marcha. «El tenis es un deporte particular», narra sobre todos estos hechos. «Por un lado, seguir las medidas sanitarias es más o menos fácil, pero en el tema de los torneos internacionales el problema es cada tenista es de un sitio diferente, cada torneo se juega en una ciudad y hay muchos viajes desde muchos sitios diferentes. Y claro, la pandemia lleva una evolución diferente en cada país. Eso es lo más difícil de gestionar ahora mismo».
Lo que sí tiene claro es que su gran objetivo es el de «mejorar, mejorar y mejorar«. Para Ari Briones ese es el camino que la llevará a conseguir el sueño de poder convertirse en una gran jugadora de tenis, una de las que están ahí arriba y de las que compiten semana tras semana en los mejores torneos del mundo. Ambición no le falta e ilusión tampoco. Seguro que pronto la vemos en la Central de Wimbledon. Que así sea.
