Patricia Calabuig y el sueño que se hizo realidad: «Yo quería ser una de ellas» | Yo soy noticia


Los sueños de un deportista no siempre se cumplen. Grandes objetivos, que muchas veces quedan lejos de la realidad o que simplemente están reservados para muy pocos afortunados. Por algo se llaman sueños.

Patricia Calabuig, jugadora valenciana de voleibol, puede decir que lo ha cumplido. «Todavía estoy en ‘shock'», nos confiesa, y eso que ya han pasado varios días desde que recibió la llamada de la selección española absoluta.

Va a ser parte de la expedición que luchará por clasificar a España para la fase final de la Golden League Women. Una situación que no acaba de asimilar. «No me infravaloro, pero me cuesta creérmelo», comenta.

Como ha dicho en varias ocasiones, y nos confirma también en esta ocasión, representar al voleibol español era uno de sus grandes sueños. Todo surgió hace ya 7 años, cuando la selección acudió a un evento en Xàtiva, su pueblo. «Estaba en la grada ayudando como voluntaria, mientras ellas competían. Fue tal la magnitud de lo que veía, que yo quería ser una de ellas», recuerda de aquel día. «Como soy tan cabezota, costase lo que costase, lo quería conseguir», añade.

Algo a valorar es que es su primera convocatoria con la selección en general, pues por ejemplo nunca había formado parte de ninguna lista en categorías inferiores. Y gran parte culpa de que esté ahí, es la magnífica temporada que ha hecho con el CV Valencia. La que ha sido, al menos en lo emocional, su mejor campaña.

«Me he demostrado ser esa persona que está ahí, que puede seguir y despegar»

«He estado compartiendo año con mis amigas, mi familia…. Emocionalmente ha sido reencontrarme con mi yo del pasado, y me he demostrado ser esa persona que está ahí, que puede seguir y despegar. Aun viniendo de donde viene, sin las facilidades que han tenido otras jugadoras por haber empezado ya en selecciones de menores», reflexiona, la que ha sido capitana del equipo.

Y hablamos en pasado, porque recientemente ha anunciado en sus redes sociales que ponía fin a su etapa en Valencia. En dicho comunicado, además de despedirse y de mostrarse agradecida con los que componen el club, habla de un sueño incumplido. La ambición de Patricia Calabuig no acaba en la selección, le habría gustado jugar con un equipo de su tierra en la élite del voleibol. Algo que estuvo muy cerca de lograrse esta temporada.

Fotografía: MG Estudi

«Nuestro objetivo era el ascenso. Eso no significa que la temporada no haya sido bonita», expresa, lamentando que finalmente no se pudiera poner la guinda. «Había mucha ilusión y emociones. Nos faltó un poco de valentía y garra», valora respecto a lo ocurrido en la fase de ascenso a Superliga.

Sin embargo, saca conclusiones muy positivas de todo esto. Incide mucho en la palabra «equipo», y se muestra orgullosa de lo que se está construyendo. «Lo que yo valoro mucho es que hemos creado un equipo de voleibol femenino en Valencia. Lo más importante es demostrar a las niñas que empiezan que es posible, y que todo el mundo que quiera apuntarse tenga un espejo en el que sentirse cercana», expone.

En ese sentido, confía en que CV Valencia pueda estar pronto en la élite. «Es otro de mis sueños», afirma, respecto a ver a un equipo valenciano en lo más alto, y por qué no, competir en él algún día.

Compromiso y sacrificio por el voleibol

Como siempre que hablamos de deportes minoritarios, la vida de Patricia Calabuig no puede estar enfocada única y exclusivamente al vóley. «Se tiene que compaginar con trabajo o estudios. El voleibol no es suficiente para dedicarme únicamente a jugar», recalca. En su caso, tal y como nos dice, trabaja por las mañanas y por las tardes también estudia. Todo ello, sumado obviamente al entrenar, con lo que se completa su jornada.

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«Hay que hacer un croquis como se pueda y ser lo más organizada posible para poder darlo todo en el entrenamiento», explica. Es una filosofía que tiene muy interiorizada desde siempre, y que también experimentó cuando entró al conservatorio y por lo tanto teniendo que compaginar el deporte con el violín.

¿Y su secreto? «Siempre estar con los pies en la tierra y no perder nunca el sentido de la vida, que es disfrutar con lo que haces, ser agradecido y estar siempre pensando en que al final la vida no es ser deportista. Eres una persona normal, y debes exigirte un poco más. Perseguir tus sueños, pero ser consciente de que un día tu carrera terminará», apunta.

Fotografía: G. Rubert

Aclara que es algo «difícil» de hacer, pero «no es imposible» matiza. La organización y la eficiencia con el tiempo que se disponga es la clave. «Si te gusta algo y tienes un sueño, va a dar igual los esfuerzos porque vas a ir a por todas. La emoción es lo que te da hambre cada día para seguir adelante, aunque las piernas no respondan», añade.

La palabra sueño fue muy empleada a lo largo de la charla mantenida. Y por lo tanto, había que conocer cuales son los que tiene por delante tras haber cumplido una de sus principales metas. «Obviamente jugar unas olimpiadas, pero ya sé que es muy complicado», responde, consciente de la magnitud del reto y que no depende exclusivamente de ella. Pero quién sabe. Que se lo digan a aquella joven voluntaria en Xàtiva.

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