Elegir bien a un compañero de padel es igual de importante que escoger unas zapatillas para salir a correr, o una bici para subir un puerto de montaña. Probablemente tu pareja deportiva tenga más influencia en el resultado que una raqueta cómoda o un césped en mal estado. Lo normal es optar por el amigo con el que más afinidad tengas o con el que, a lo largo de los años, has encontrado mejor compatibilidad. Aún con eso, siempre surge roces, gritos, enfados y discusiones en medio de la pista. Y es que siempre hay por lo menos 5 cosas que odias de tu compañero de padel:
1- Ese «¡MÍA!» que no era suya
Y encima luego la falla. Como en el caso de esos «te la dejo» que claramente van peor para ti que para él. En general, que te den órdenes durante un partido puede ser bueno si se hace con cabeza, no pidiéndolo todo o exigiendo lo imposible. La comunicación es fundamental, pero hay que saber medir bien, sino, puede ser irritante.
2- El profesor
Es una manera de quejarse más elegante. Si gritos. Aprender hablando esta bien, pero parar un partido para que te den la chapa puede llegar a resultar molesto. Al final sentirás que te tratan como el alumno inexperto que es peor que si pareja.
3- Que se queje de tus fallos y no admita los suyos
Probablemente una de las escenas más habituales. Hay un perfil de jugador que se queja de todo. Tanto del rival como de su pareja. Normalmente, el que lo hace no es del todo consciente, pero gruñir ante tu fallo y excusar los suyos es lo peor que se puede vivir sobre una pista. Hay que promover más el ánimo y la motivación para que de verdad se enchufe en el partido alguien que tenga un simple mal día.
4- Cuando se quiere lucir
Con una pelota liftada, una salida de pista, un rebote innecesario en el cristal, o respondiendo por debajo de las piernas. ¡Ni que el partido estuviera siendo emitido en directo! En el padel hay que divertirse, pero las demostraciones y filigranas, mejor durante el peloteo, que a nadie le gusta perder por una tontería o un compañero excesivamente relajado.
5- Que invada constantemente tu zona de juego
En el deporte muchas veces reina el egoísmo. En el fútbol o basket estamos constantemente pidiendo el balón, y en el padel muchas veces buscamos que no nos hagan la nevera. Pero si la nevera no te la hace el rival, sino tu propio compañero que quiere llegar a todas, entonces está desmereciendo tu juego y menospreciando tu función en la pareja. Él se considera el crack y tú solo eres el que le ayuda de vez en cuando. Así no.