El apellido Gomar triunfa en el tenis estadounidense | Yo soy noticia

Para los amantes de la historia sobre el Valencia CF, que es como hacerlo acerca de un pedazo muy grande del balompié de la Comunitat Valenciana, la figura de Salvador Gomar padre no guarda secretos. Gerente del club de Mestalla durante más de una década, mitos como Enrique Saura o Mario Alberto Kempes llegaron a la entidad de su mano.

Su hijo, también Salvador de nombre, prolongó el legado familiar en el club llegando a ser presidente del Valencia Mestalla, el filial de los blanquinegros. Actualmente está a punto de ser nombrado oficialmente como nuevo presidente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana, organismo del que ha sido Secretario General durante los últimos 3 años y pico.

Pero dejemos a un lado el repaso a la trayectoria de los Gomar en el balompié, porque ahora son Begoña y Marta Gomar Pérez-Manglano las que piden protagonismo. Y lo reclaman desde Estados Unidos, con una raqueta en la mano y no un balón mientras viven la enriquecedora experiencia que cada vez buscan más jóvenes españoles, atraídos por la especial mezcla de deporte y estudios que uno puede encontrar en el país de las barras y estrellas.

Haciendo historia

Las hijas del futuro presidente de la FFCV ya llevan un tiempo becadas, compatibilizando estudios y deporte al más alto nivel en la competición universitaria. Begoña cursando el tercer año de carrera en Delaware, en la Wilmington University, mientras que Marta estuvo primero enrolada en una universidad de Norfolk, en el estado de Virginia, y actualmente reside en Newberry College, en Carolina del Sur.

Ambas dan rienda suelta a su pasión por el tenis sin olvidar los estudios, lo más importante a día de hoy para estas dos jugadoras valencianas. Por suerte para ellas, pueden hacerlo en un gran entorno competitivo, que les exige lo mejor pero al mismo tiempo les dota de un entorno académico donde es posible compatibilizar ambas cosas.

Y precisamente la familia Gomar ha festejado recientemente gracias a Begoña, la menor de las dos, que el pasado 21 de octubre junto a sus compañeras de equipo en la universidad se alzó con el trofeo de la conferencia, entrando directamente al torneo NCAA de finales del próximo mes de abril del 2019.

Allí ya te enfocan las luces de todo el país, pudiendo ganar el billete para el ‘Sweet Sixteen’ de Orlando, donde estarán las 16 mejores universidades del país representadas por sus equipos de tenis.

“Era la primera vez que mi universidad ganaba este torneo y no me lo creía, además he hecho el mejor año de todos los que llevo aquí. En la entrega de trofeos se daban, además de la copa y una placa a cada jugadora, unos diplomas a aquellas que habían destacado más, y yo recibí uno de ellos”, nos cuenta Begoña, todavía en una nube al recordar lo vivido.

Pero su gesta individual y colectiva representando el nombre de la universidad no se quedó ahí, porque encima la valenciana fue seleccionada como MVP, la jugadora más valiosa del torneo de conferencia. Su estadística, sin perder ni un solo partido en dobles o individual, habla por sí sola. “Ganar este torneo no se me va a olvidar nunca”, reconoce.

A sus 20 años estudia ‘Business Management’, y el futuro aún no puede dibujárnoslo con certeza porque ni ella misma lo tiene claro. Apunta que le gustaría decantarse más hacia el ámbito deportivo, “algo como gestionar clubes o las cuentas de algo que esté relacionado con el deporte”.

“También después de la carrera me gustaría quedarme aquí en Estados Unidos, en alguna universidad, y ser entrenadora asistente a la vez que poder estudiar un máster”, añade sin estar todavía segura al 100% de cuál será su destino.

Es lo que tiene contar con apenas 20 años, que la vida está repleta de posibilidades. Aunque Begoña es consciente de que, pese a sus éxitos en el tenis universitario estadounidense en la actualidad, una carrera deportiva profesional raqueta en mano es difícil de vislumbrar.

«Sí que me gustaría jugar para algún club y seguir haciéndolo para no perder el nivel, ya que el tenis siempre ha formado parte de mi vida”.

Ellas eligieron el tenis

Crecer en una familia tan futbolera (también de ‘running’, la otra gran pasión de su padre) podía haber decantado a estas dos jóvenes hacia el verde, pero sus inquietudes iban por otro lado, y así nos lo confiesan ellas. Además, en casa nunca hubo ningún tipo de condicionamiento, sino una libertad total para que ambas disfrutaran de lo que de verdad les gustase.

Begoña comenzó con la gimnasia rítmica y el atletismo al mismo tiempo que se iniciaba en el tenis, mientras que Marta ya supo con 13 años que lo suyo tenía que ser el juego de la raqueta y la bola. Primero fue la mayor la que trasladó sus inquietudes deportivas y académicas al otro lado del charco, siguiéndole poco después Begoña ante la necesidad que experimentaba por cambiar de aires.

Ambas consideraron lo mejor para su futuro el quedarse en Estados Unidos, donde además podían dar rienda suelta a su pasión por el tenis sin tener que abandonar la universidad. Un sueño para ambas, que no dudaron en abrazar con toda la fuerza posible.

“Aquí estudias en otro idioma muy importante como es el inglés, al igual que conoces gente de otros países y puedes descubrir nuevas culturas”, nos cuenta Begoña, añadiendo Marta que “esta experiencia la recomiendo al 110%. Compaginas deporte de alto rendimiento con estudios, y viajas por todo el país mientras te sacas una carrera. El sistema universitario de aquí, con la importancia que le dan al deporte, es una pasada”.

Las dos nos cuentan un poco más sobre sus recuerdos de infancia estando en una casa tan futbolera, reconociendo que sí que les influyó. “El haber tenido a nuestro abuelo y padre tan puestos en un deporte nos ha ayudado a nivel de disciplina y actitud, de ellos hemos aprendido muchas cosas de deporte que luego hemos podido aplicar cuando entrenamos y competimos”.

Aunque no tenga nada que ver el fútbol con el tenis, nos enseñaron desde bien pequeñas que las cosas se trabajan y se ganan por uno mismo, porque nadie te va a regalar nada. Hay que ser muy disciplinado y trabajador”, explican Begoña y Marta a la llamada de Yosoynoticia.es.

La familia ha sido para ambas un pilar fundamental para entender su éxito actual, y lo valoran por encima de cualquier nota académica o victoria sobre la pista. “Nuestro padre nunca se enfadaba cuando perdíamos partidos como hacen muchos padres, que no tienen ni idea de cómo va el deporte y sólo quieren que sus hijos ganen”.

“Papá sabía que a veces se gana y otras se pierde, que hay días buenos en los que te entra todo y días malos en los que no. Por eso nos gustaba que viniera, porque aunque él no tenga ni idea de cómo jugar a tenis (risas) sí que sabía a nivel mental y psicológico de deporte”, añaden las dos en un tono desenfadado.

«En España no se siente lo mismo»

Antes de mudarse ambas vivieron la competición tenística por toda España, en centros como el Club de Tenis Valencia o el de Las Vegas, en L’Eliana. Tiempo después, ya se han hecho un nombre en el prestigioso y ultra competitivo deporte universitario de Estados Unidos como grandes embajadoras del deporte valenciano.

Porque si Begoña acaba de darle la última y reciente alegría a la familia Gomar, antes ya fue Marta la que no perdió el tiempo en su primer destino norteamericano, Norfolk en Virginia, siendo elegida la ‘Rookie’ del año. Fue un debut soñado para ella en una universidad de Division 1, una categoría importantísima donde se midió a grandes rivales.

Actualmente está en Division 2 en Carolina del Sur, centrada en los estudios de ‘Business’ con un ‘Minor’ en Contabilidad. La mayor se recupera de una operación de hombro del pasado mes de junio, volviendo a entrenar recientemente y con ganas de repetir lo logrado junto a sus compañeras de equipo el año pasado, cuando alcanzaron semifinales de conferencia y lograron aparecer en el ranking nacional.

Y las dos, y de eso están muy seguras, no dudan ni un solo día de que tomaron la decisión correcta. “En España, aunque juegues por algún club, no se siente lo mismo. Encima allí te dan muy pocas ayudas para competir a nivel profesional, y tienes que ponerlo prácticamente todo de tu bolsillo. Ahora siempre que viajamos nos pagan hotel, comidas y material deportivo”, concluyen.

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