Quedamos con ellos en L’Alcúdia, en una calurosa tarde de agosto que los hermanos Revert aprovechan, como llevan haciendo todo el verano, para exprimirse al máximo en extenuantes sesiones de entrenamiento antes de regresar a la competición y a los estudios.
Junto a ellos su padre Ernesto, gran aficionado y también jugador amateur de squash, y Álex Garbí, el entrenador que les lleva puliendo casi una década y uno de los grandes jugadores que ha dado el squash de la Comunitat Valenciana en toda su historia.
El squash en la sangre
A Adrián Revert, de 17 años de edad, y a Ernesto Revert, de 20, el destino les conducía irremediablemente hacia el squash. Antes de que ellos nacieran su abuelo ya fue un pionero de este deporte en la localidad de Algemesí, fundando el club de squash allá por la década de los 80. Desde entonces han sido muchos los que lo han practicado allí, aunque ninguno ha llegado al nivel de estos dos hermanos que ya muestran su talento por las pistas locales y también en el extranjero.
El tiempo les ha dado la razón cuando dejaron de lado el tenis con el que coquetearon en los inicios de sus vidas deportivas, y no se arrepienten porque en el ambiente tan familiar y cercano del squash encuentran el contexto perfecto en el que disfrutar de la exigencia de la alta competición. “Tienes más ganas de jugar para ver a esa gente”, afirma Ernesto hijo, a lo que su hermano Adrián añade:
“Me encanta la explosividad, ir a todas las bolas, ‘morir’ en la pista y dejarse la piel… Somos una familia en este deporte y eso atrae mucho, nos apoyamos y hacemos ‘coaching’ mutuo todos juntos”.

De izquierda a derecha: Adrián Revert, Alex Garbí, Ernesto Revert hijo y el periodista Adrián Rubio de YoSoyNoticia.es.
Tanto es el peso del apellido Revert en la localidad de Algemesí de donde es toda la familia que el ayuntamiento, ante el alto nivel que muestran estos dos jóvenes talentos del deporte español, ya está ultimando la ansiada renovación de las pistas de squash del municipio. Un entorno renovado y que todos esperan que atraiga más interés por un deporte que es un asunto de sangre para nuestros protagonistas.
Somos una familia en este deporte y eso atrae mucho, nos apoyamos y hacemos ‘coaching’ mutuo todos juntos”
Jóvenes referentes deportivos
Entre los nombres que destacan a nivel nacional e internacional en el squash ya hay que colocar los de Adrián y Ernesto Revert. El mayor, Ernesto, es el número 1 de la Comunitat Valenciana, top 10 nacional y a sus 20 años ya ha dado el ansiado salto al ranking profesional donde se sitúa en el puesto 500 del mundo. Combina el squash con los estudios universitarios de Educación Física, teniendo muy claro que un plan B es muy necesario ya que vivir del squash solo es para unos pocos afortunados y si no sales de España es utópico.
“Si no ganas dinero y puntos y no te rascas el bolsillo no subes en el ranking, necesitas invertir en ti el dinero para subir en el ranking y poder jugar mejores torneos, y así ganar más puntos”, nos cuenta Ernesto, que pese a su juventud ya cuenta con varios sponsors que al menos le ayudan a costear los gastos de material y viajes para que sus padres no tengan que asumir toda la inversión.
Su hermano Adrián, a sus 17 años, afronta un nuevo curso que para él será muy importante. Es el segundo como sub 19 tras el salto que dio en la última temporada, colocándose entre los 4 mejores de España y el top 15 continental. Su lamento es no haber podido estar recientemente en el Mundial de su categoría que se ha celebrado en Australia, ya que los elevados costes del viaje impidieron afrontar el desafío y el que fuera número 1 de Europa cuando era sub 17 tuvo que verlo desde casa.
Los dos hermanos han crecido sin demasiados referentes de alto nivel como sí que ocurre con otros niños y niñas que crecen jugando a fútbol, baloncesto, tenis, balonmano o atletismo y pueden ver a sus ídolos cada 4 años en unos Juegos Olímpicos, por ejemplo, o incontables noticias e historias de las estrellas de estos deportes en los medios de comunicación.

Ernesto Revert hijo.
El squash tiene un perfil muy bajo en la Comunitat Valenciana y en España, aunque eso no frena la ilusión y el ímpetu de gente como los hermanos Revert, ambiciosos a más no poder y con las ideas muy claras tanto en sus facetas deportivas como académicas.
“Me gusta tanto la competición, me ha hecho crecer tanto como persona y jugador que no me importa perderme otras cosas. Es mi trabajo, me sale de dentro y no me supone ningún esfuerzo”, indica Ernesto, reflexión compartida por su hermano Adrián, quien “nunca he dudado de lo que quiero hacer”. Actualmente el pequeño de la familia está con un módulo de Informática, en la Formación Profesional, y sacando tiempo de donde se puede para que los estudios no se resientan con tanto viaje, entrenamiento y competición de squash.
Me gusta tanto la competición, me ha hecho crecer tanto como persona y jugador que no me importa perderme otras cosas. Es mi trabajo, me sale de dentro y no me supone ningún esfuerzo”
Ernesto nos confiesa que uno de sus sueños a corto plazo es el de poder invertir un año de su vida en Barcelona, en la academia BGS de squash a la que acuden jugadores de alto nivel de todo el mundo. Allí está otro español como Iker Pajares, top 20 del mundo y un espejo en el que también se mira el mayor de los hermanos Revert. “Es el mejor de España, es mi amigo y me empujó a dedicarme a esto a ‘full’. Me ha aconsejado mucho”.
Aunque si hablamos de figuras que han influenciado las jóvenes trayectorias de Ernesto y Adrián Revert toca hablar de Alex Garbí, quien a sus 40 años aún sigue en competición aunque alejado del nivel que le llevó a estar en el pasado entre los 100 mejores jugadores de squash del planeta. Su labor desde hace casi una década es la de pulir a estos dos jóvenes diamantes del squash valenciano y español, y los resultados dan testimonio de que las cosas se están haciendo muy bien con el apoyo de una familia que entiende y siente el squash en los más profundo de su corazón.
“Es como un segundo padre, todo lo que sabemos nos lo ha enseñado él”, afirman ambos, quienes ya ansían cruzarse con él en los torneos para medir las capacidades del alumno contra las del profesor. Pupilos contra el maestro con el pasado, presente y futuro del squash valenciano concentrado en sus figuras, aunque sería injusto no acordarse de los Alex Boni, Pablo Sanchis, Javi Castillo, Santi Ramos o Guillermo Pedernera como otros de los nombres sobre los que también se apoya esta actividad deportiva en la Comunitat.
La esperanza depositada en la nueva junta directiva de la federación valenciana
A Alex Garbí el squash valenciano le debe mucho. Por su humildad él prefiere centrarse en el presente y futuro, pero no hace tanto tiempo que gracias a su esfuerzo y dedicación la Federación de Squash de la Comunitat Valenciana siguió a flote cuando solo estaba él para tirar del carro federativo.
Es como un segundo padre, todo lo que sabemos nos lo ha enseñado él”
Ahora por suerte los tiempos han cambiado. A él le ha venido bien alejarse de las gestiones burocráticas para volver a disfrutar del juego y la formación en la pista tras una etapa muy dura tanto en lo físico como en lo psicológico, y al ente federativo le está sentando de maravilla la irrupción de personas con actitud y motivación necesarias para conducir a buen puerto el destino de la federación autonómica.
Ernesto Revert padre, el nuevo presidente Néstor Sanchis o Thais Miralles desde la provincia de Alicante han cogido con fuerza y ganas el testigo que les cedió el ex presidente Alex Garbí y de esta forma el squash de la Comunitat Valenciana ve luz al final del túnel, aunque todavía hay mucho trabajo por delante y lo primero es conseguir más instalaciones y más interés de la gente por federarse y competir con licencia.
“Faltan licencias, sin eso los clubes y federaciones no avanzan”, señala Garbí, cuya labor en el pasado también estaba en los colegios para dar a conocer las bondades de este deporte. “Hacemos lo posible para promocionar por redes sociales y todos aportamos cositas”.
Faltan licencias, sin eso los clubes y federaciones no avanzan”
Actualmente la federación tiene unas 150 licencias, pero “faltan más pistas”. Para cambiar esto trabajan a destajo desde la federación, obteniendo frutos en Algemesí donde los éxitos del club (fue campeón de España) y de la familia Revert han motivado al ayuntamiento a mejorar las instalaciones, pero hace falta más apoyo institucional en las tres provincias. “Todas las instituciones deben ponerse las pilas para vender ocio y salud con el squash, nos faltan instalaciones municipales. Con lo que tenemos no se pueden asentar escuelas para la formación de los chicos y chicas”, asegura.
El mazazo de perder hace unos años la tecnificación subvencionada que aportaba Conselleria aún se deja sentir, aunque es consecuencia de la falta de licencias y sin ellas será difícil recuperar unas ayudas que necesita el squash para salir del ostracismo y captar a más gente joven.
Todas las instituciones deben ponerse las pilas para vender ocio y salud con el squash, nos faltan instalaciones municipales. Con lo que tenemos no se pueden asentar escuelas para la formación de los chicos y chicas”
“Pese a las dificultades, en todas las categorías tenemos un valenciano top aunque nos dicen que eso todavía no es suficiente para tener esa subvención de Conselleria. Mientras tanto hacemos cosas con los clubes que tienen necesidad de tecnificar a jugadores muy jóvenes, a promesas, y tienen una pequeña subvención de la federación para las pistas y monitores, unos 400 euros que si hubiera más presupuesto se puede repetir. No es mucho, pero supone no dejar de lado a los clubes con la tecnificación que es fundamental para sacar más talento joven en el squash”.
Entre los planes de Garbí para este deporte estaba el poder meter al squash dentro del proyecto de ‘Esport a l’Escola’ de la Generalitat Valenciana, aunque eso se ha quedado en un cajón a falta de encontrar más recursos humanos con los que poder dar la formación adecuada en los centros educativos. “Nos falta más gente formada, más estructura para enseñar el squash en los colegios, necesitamos más voluntarios en este sentido”, remarca.
Nos falta más gente formada, más estructura para enseñar el squash en los colegios, necesitamos más voluntarios en este sentido”
Y siempre con el mensaje muy claro de que no piden dinero para ellos, sino para darle un futuro mejor al deporte que tanto aman y al que, bajo el punto de vista de Alex Garbí, le da esperanza en la Comunitat Valenciana una nueva directiva federativa que “ha entendido la responsabilidad que supone todo esto. Es trabajar por la ‘cara’ por el squash ya que muchos no ven la labor que realizamos por este deporte casi de forma altruista”.
Un final de año apasionante
Se va acabando el verano, pero ahora con la llegada de septiembre y de la recta final del año 2023 el calendario depara emocionantes desafíos para nuestros protagonistas.
Los hermanos Revert y también Alex Garbí competirán juntos defendiendo los colores de la Selección Valenciana en Cuenca, en el Campeonato de España de Selecciones Autonómicas donde ambicionan luchar por las medallas, pero también aguarda un viaje a Alemania para disputar allí el Campeonato de Clubes representando al club de Algemesí tras ser subcampeones de España.
Palencia y Pamplona son otros de los destinos donde quieren seguir cosechando éxitos para el squash valenciano dos valencianos que pese a su juventud ya son referentes de un deporte todavía desconocido para mucha gente, pero que lucha por ganar visibilidad y sobre todo por tener un mejor futuro con más pistas y posibilidad de formación para los que deseen practicarlo en los próximos años.
Quizá, dentro de algunas décadas, lo hagan en instalaciones que luzcan el apellido Revert y eso será síntoma de que este reportaje anticipaba una carrera deportiva plagada de triunfos importantes.