Suman y siguen agrandando su leyenda. Tras derrocar al Cartagena (5-1) allá por el pasado mes de abril y, de esta manera, conseguir el billete para la fase de ascenso a División de Honor, el pasado sábado 13 de mayo, Rafa del Valle, Víctor Pellicer y Javier Rodilla se enfundaron la elástica alcireña para, al son del particular claqueteo de las pelotas de tenis de mesa, culminar su mejor obra de arte.
Con las alforjas llenas de vivencias y con las vitrinas rebosantes de medallas, el primer equipo del Alzira Tenis Taula, alentado por el clamor de su afición e instruido por Víctor Balaguer, hizo resonar el talento, la ambición y la evolución del tenis de mesa valenciano en lo más alto de la localidad catalana de Calella.
Fotografía: Antonio Calza Agreda
Tras derrotar al conjunto granadino de Huétor Vega y, con ello, poner fin a cuatro temporadas consecutivas quedándose a las puertas del ascenso, la localidad ribereña de Alzira al fin pudo soñar despierto, poner el broche de oro y gritar al viento que cuentan con un equipo de División de Honor Nacional. Un final histórico.
“Soñábamos con este final de temporada desde hace muchos años, y por fin ha llegado. Pudimos desistir, pero decidimos seguir intentándolo hasta el final. Nuestros jugadores han realizado una temporada que, con total seguridad, no olvidaremos nunca”, afirma Ángel Balaguer, presidente del club.
Fotografía: Antonio Calza Agreda
De esta manera, tras realizar una temporada (casi) perfecta y luchar a vida o muerte por el ascenso, Rafa del Valle, Víctor Pellicer y Javier Rodilla dejaron atrás la presión y los focos del entorno para proclamarse vencedores en un partido que, como el mismo marcador indicó (4-1), ha quedado grabado con letras de oro en la historia del tenis de mesa valenciano.