Las Leonas de la playa lo tienen claro: “Ojalá se impulse este deporte y podamos jugar mejor preparadas” | Yo soy noticia

Irene Noguera, Maica Martí y Laura García, junto al delegado Ignacio Dávila, son la representación valenciana en una selección femenina de Rugby Playa a 5 que ha sido capaz de colgarse el bronce en su primera participación en un Campeonato de Europa de la especialidad.

Ni la falta de rodaje sobre la arena, el alto nivel de los rivales o el hecho de estar en mitad del verano han frenado sus ganas de rugby, y sobre todo de dar lo máximo en cada partido. Así es como alcanzaron las semifinales del Europeo en Moscú, siendo apeadas de la final por Italia antes de derrotar a Letonia en un encuentro por el 3er y 4º puesto donde pusieron la guinda a un fin de semana inolvidable.

¿Será el punto de inflexión que necesita la Federación Española de Rugby para asentar esta modalidad de playa en nuestro país? ¿Lograremos asemejarnos a otros países europeos, donde esta práctica está mucho más extendida y es todo un clásico cuando llegan estas fechas veraniegas?

Leonas de bronce en Moscú

El rostro de la satisfacción

Con los deberes hechos. Ese es el sentir generalizado de la expedición de jugadoras valencianas que en las últimas fechas ha competido bajo el liderazgo del cuerpo técnico comandado por Berta García y Mario Copetti.

Sobre la arena moscovita formaron un grupo unido y muy compacto que fue capaz de sobreponerse a la falta de experiencia en esta especialidad, y la medalla de bronce al cuello es una recompensa que siempre les recordará que fueron unas pioneras brillantes, en lo que se refiere a dar un impulso a una modalidad mucho menos conocida en España.

“La verdad que nos volvemos muy contentas todas con el resultado. Un bronce en un debut es algo genial, y esperamos si es posible en los años que viene incluso poder mejorarlo”, cuenta Laura García, que ha vivido una temporada 2018/19 de ensueño gracias a sus actuaciones en la Universidad de Alicante, Tecnidex Valencia Femenino, Selección Valenciana y ahora la española de Rugby Playa a 5.

“Es un campeonato que no habíamos tenido ni una semana para preparar y conocernos todas, y al final hemos conseguido formar un buen equipo y entendernos muy bien entre nosotras”, añade la leonesa pero alicantina de adopción.

En la misma línea se muestra Maica Martí, la valenciana que tras ascender esta última temporada con El Salvador a la máxima categoría femenina ahora ha añadido otro éxito más a su palmarés. Uno muy especial enrolada en la selección española, la primera que acudía a un Europeo de Rugby Playa a 5.

“Sinceramente me ha encantado. Es una modalidad un poco distinta de lo que estoy acostumbrada pero ha sido una experiencia increíble, tanto por la medalla como por el grupo que teníamos. De verdad que no podía tener mejores compañeras”, resalta Maica, que también alude al importante papel didáctico que han desarrollado tanto Berta García como Mario Copetti.

Ojalá se impulse este deporte y podamos jugar mucho más y un poco mejor preparadas”, remata.

Por último nos atiende Irene Noguera, la capitana de Les Abelles Femenino. Al igual que Maica, Irene también ha logrado ascender esta última temporada y por primera vez el rugby femenino valenciano tendrá representación en la segunda división nacional. Irene, como todas sus compañeras, dejó atrás sus dudas e incógnitas acerca del Rugby Playa a 5 en cuanto arrancó el Europeo. Y ahí estas Leonas españolas demostraron sobre la arena que su espíritu y talento competitivo está por encima de todo.

“Fuimos con muy poca experiencia y cada partido que pasaba íbamos evolucionando, cada error que cometíamos en el partido anterior lo solucionábamos en el siguiente. Hemos formado un grupo muy bueno, y hemos tenido una gran compenetración entre todas”, destaca como clave para entender este nuevo éxito de bronce para el rugby femenino español.

“Ha sido muy bonito vivir esta experiencia con estas chicas, y el staff ha hecho un muy buen trabajo”, añade la jugadora abejorra, que nunca se ha sentido presionada por un cuerpo técnico que entendía lo difícil que era para estas chicas adaptarse a una nueva modalidad, y además estando rodeadas de grandes selecciones continentales. “Lo primordial para ellos era que disfrutáramos, que aprendiéramos y que siempre saliéramos con una sonrisa de cada partido”.

“Sinceramente creo que lo hemos conseguido, porque cuando se disfruta los resultados a veces vienen solos”, concluye Irene, uno de esos rostros que han dado forma a un grupo de chicas cuyas cualidades individuales formaron un colectivo compenetrado y casi indestructible. La competición no miente, y esa medalla será para siempre un ejemplo de esfuerzo, compromiso y sacrificio para las futuras generaciones del rugby femenino español.

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