Adrián Rubio
Nunca hasta la fecha el rugby femenino de la Comunitat Valenciana ha tenido un equipo en la máxima categoría, algo que tenía a 'solo' 3 partidos como máximo el equipo de Les Abelles, confinado en casa como el resto de la ciudadanía en España
FOTOS: CINTIO STREET GLIDE
La última vez que vimos vestido de corto al conjunto entrenado por Guillermo Ahuir fue el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. En el Pantera de Quatre Carreres disputaron una ‘final’ por el ascenso anticipada contra Eibar, en la última jornada de temporada regular antes de los playoffs por el ascenso y lo que acabó siendo, aunque en aquel momento no lo sospechaba nadie, el último partido de rugby que iban a poder jugar en meses.
Desde entonces obligatoriedad de permanecer en casa por el estado de alarma decretado a causa del coronavirus COVID-19, trabajo físico y estratégico pero a distancia y con unas ganas tremendas por superar esta crisis sanitaria y volver a lo que más les gusta: a jugar con el balón ovalado en una temporada 2019/20 en el que el Senior Femenino de Les Abelles va camino de hacer historia.
Les Abelles tendrán que levantarse para hacer historia ascendiendo a Liga Iberdrola
Palabra de capitana
Irene Noguera es una de las capitanas del equipo, estudia Bellas Artes y estos días, además de compaginar trabajos de su carrera universitaria con las obligaciones deportivas que le marca el club, también está desarrollando nuevas facetas.
“Me ha dado por hacer cosas nuevas como bordar camisetas, pintarme zapatillas o cocinar, que ahora estamos haciendo bastantes bizcochos. Te distraes de alguna forma”, afirma Irene, que como al resto de compañeras se le hace muy cuesta arriba este confinamiento. Más si cabe teniendo en cuenta la enorme familiaridad y confianza que tienen entre ellas, habituadas a verse casi cada día y después de que el grueso de este vestuario lleve años partiéndose la cara juntas en el campo.
Estamos desesperadas porque acabe esto ya y regresar a la normalidad, nos cuesta no vernos ya que nos veíamos algunas todos los días de la semana y ha sido un cambio muy brusco por esto del COVID-19”.
Mientras tanto el cuerpo técnico comandado por Guillermo Ahuir organiza sesiones online para analizar vídeos y jugadas con las chicas, combinándolo con las pautas de ejercicio físico y de nutrición que requieren unas deportistas que aunque no son profesionales sí que están muy cerca de alcanzar su techo en España: la División de Honor Femenina.
Faltarían dos partidos en el mejor de los casos ya que el coronavirus interrumpió la DHB Femenina justo nada más concluir la última fecha de temporada regular, o si no pudieran ascender tras ganar en semifinales y la final a partido único, tendrían que jugar un tercer partido contra el que promocione para no descender desde la categoría superior.
Pero ahora son todo incógnitas porque la Federación Española de Rugby todavía no se ha pronunciado al respecto de lo que va a pasar cuando se reanude la actividad con normalidad. Irene y sus compañeras quieren jugar aunque sea a mediados de junio, sabiendo que en el peor de los casos los 3 partidos que restarían se los pueden ventilar en menos de un mes.
Llevamos con el mismo sistema muchos años, las jugadas las tenemos bastante claras y lo único es que tenemos que meter más caña al físico así como refrescar algunos conceptos”, apunta la capitana abejorra.
Mismas dificultades para todos
Que el estado de alarma es una faena para todos los equipos por igual es una obviedad como un castillo. Habrá que ver, eso sí, a quién de los aspirantes al ascenso a la élite femenina beneficia más, si es que eso es posible, un parón que por otra parte sí que va a servir para recuperar de dolencias físicas a algunas piezas importantes.
“Luego veremos quién ha trabajado en casa de verdad y quién no, pero es complicado predecir qué va a pasar después de este confinamiento”, señala Irene, que espera tener tras el mismo un proceso de paulatina aclimatación a la actividad en competición. O eso espera que conceda la FER a todos los equipos.
“Veremos cuánto tiempo tenemos para retomar la actividad antes de volver a jugar partidos. Si tenemos que jugar en junio no hay problema, porque lo que sí que sabemos es que queremos seguir jugando y acabar la temporada con toda la normalidad que se pueda”.
Además, si es posible siempre preferimos hacerlo con público en las gradas. El apoyo de la gente es fundamental, mucho más en esta campaña donde buscamos ascender y hacer historia para el rugby valenciano”, concluye.
