‘Pepito’ Serrano y el rugby en Les Abelles: el único fuego que no puede apagar está en su interior | Yo soy noticia

Quedamos con él para almorzar un día después del especial fin de semana vivido con los Veteranos de Les Abelles en Lisboa, donde los abejorros son el único club que compite con un equipo formado por ex jugadores que semanalmente entrenan y se preparan para seguir en la brecha.

Los Veteranos de Les Abelles, a la conquista de Lisboa

Cogerá un día después el avión de vuelta a Mallorca donde, lejos de centrarse única y exclusivamente en la profesión de bombero que lleva desarrollando en la isla desde que aterrizó hace casi una década, el rugby forma parte de su vida tanto o más que cuando residía en su Valencia natal.

El suyo es un matrimonio con el balón ovalado que jóvenes y veteranos de Abelles elogian, y ponen como ejemplo para los demás.

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Durante los últimos 9 años le ha tenido viajando todos los fines de semana de competición desde Mallorca, su lugar de residencia y trabajo, hasta Valencia o cualquier otra localidad donde Abelles juegue partido de liga.

Sacrificando horas junto a los suyos, y también tiempo de descanso, para seguir compartiendo ‘batallas’ sobre el verde con un balón de rugby de por medio, tal vez la cosa que más feliz hace a ‘Pepito’ Serrano.

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Del histórico Gimnástico a caer en las redes del ‘Pantera’

Escuchar hablar a ‘Pepito’, que roza los 40 años de edad, sirve para entender y valorar en su justa medida la evolución que ha experimentado el deporte del rugby en Valencia desde que hace 26 años él, y su compañero Pablo Guinea, se acercaran por primera vez a las instalaciones de El Saler para vivir su primer entrenamiento.

Sus palabras deben servir de guía y recordatorio para los que ahora empiezan en este deporte, y piensan que los clubes siempre han tenido estas estructuras tan grandes y ‘profesionalizadas’. Nada más lejos de la realidad, y ‘Pepito’, que dio tumbos por varios deportes hasta encontrar a su gran amor en el balón ovalado, puede dar fe de ello.

En el ya desaparecido Gimnástico de Malilla era donde pasaba las tardes entrenando, pero sin poder jugar, el bueno de nuestro protagonista, que recuerda así aquellos tiempos que sirvieron de antesala a su contacto con el rugby.

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“Allí había un chico que se llama Pablo Guinea que era vecino del ‘Pantera’, media 1,90 y pesaba 120 kilos y siempre intentaba convencerlo el ‘Pantera’ para jugar a rugby en Les Abelles. Pablo era mi compañero de instituto con 14 años, y un buen día me dice de ir a probar con él a rugby, y como yo no destacaba mucho en fútbol pues decidí ir con él”, rememora.

El resto, como se suele decir, es historia, porque desde el primer contacto con su nueva familia deportiva ‘Pepito’ ya sintió que eso iba a cambiarle, y sobre todo a quedarse en su corazón para siempre.

Era un buen rollo diferente al fútbol, donde si no eres muy bueno te sientes algo más apartado. En el rugby me acogieron de otra manera”.

Desde entonces siempre ha defendido estos colores con orgullo y determinación, haciendo breves paréntesis como cuando se fue dos años a jugar y vivir una experiencia diferente en Escocia (su estancia allí sirvió para traer tiempo después a Valencia a Hugh Gilmour, figura clave junto al ‘Pantera’ para entender la evolución del club en los inicios del siglo XXI).

O como cuando Tecnidex Valencia y Les Abelles se fusionaron para dotar a los primeros de refuerzos de nivel, como el de ‘Pepito’ Serrano, con los que competir en la máxima categoría. Contando con el talento de alguien que también llegó a ser internacional con España en la modalidad de Seven.

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La mirada de la experiencia

Los ojos de nuestro protagonista han visto mucho rugby en diferentes lugares de España y el extranjero, y sobre todo son valiosísimos los minutos de convivencia con él para entender el profundo cambio que tras el fallecimiento del ‘Pantera’ tuvo que vivir Abelles, así como la evolución que su deporte ha sufrido desde que él empezó, siendo un imberbe adolescente.

Eran los tiempos de El Saler, de veteranos recogiendo a los más jóvenes en la parada de Magisterio camino del campo de entrenamiento, y de apreciar como un tesoro ‘lujos’ hoy cotidiano y nada valorados como pueden ser una camiseta o pantalón de juego.

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“Aquello era tener que ganarse a cada jugador para jugar a rugby, hacer promociones e ir a un colegios donde ibas con el balón y te veían como un zumbado».

Esa gente, como el ‘Pantera’ o Ricardo Brage entre otros que luchó por sacar esas canteras adelante, tenía doble merito por aquel entonces”, apunta ‘Pepito’, que siente en primera persona cada día que ahora es todo muy distinto.

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“Las canteras en rugby son enormes, hay estructuras muy serias. Puedo decir y estoy orgulloso de haber conocido la época final de los ‘zumbados’ que empezaban en el rugby de la nada, y a día de hoy es increíble lo que tienen los clubes”, añade.

Con su ejemplo de sacrificio y esfuerzo por este deporte, a punto de cumplir los 40 años y teniendo que viajar y pasar horas interminables de espera en los aeropuertos los fines de semana, confía en inspirar a los que ahora deben coger el testigo que ya van dejando por el camino gente como Manolo Nadal (actual entrenador del primer equipo abejorro), Stefan o el mismo ‘Pepito’.

Egoístamente quiero aguantar más tiempo aquí porque he vivido las vacas flacas y ahora todo es más fácil, hay una generación implicada que viene apretando fuerte desde la cantera y el club es otra cosa muy distinta a lo que yo viví hace tiempo”.

Stefan, un caso increíble en el rugby valenciano y español

Un ‘friki’ del rugby en Mallorca

Pero igual que dice esto, al mismo tiempo también nos recuerda su fecha de nacimiento, la infinidad de temporadas en activo y la necesidad que va teniendo de establecerse definitivamente en algún sitio. Se nota que a su mente le va agotando tanto viaje y compromiso a caballo entre Mallorca, Valencia o allí donde jueguen sus Abelles.

En la isla no ha dejado ni por un momento que el oval se escape de sus manos, es más, todo lo contrario. Actualmente su rutina, como él nos cuenta, “gira en torno al rugby”.

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Porque además de entrenar semanalmente con el Toro Rugby Club (acaba de ascender a DHB) para mantenerse en forma y seguir en dinámica de grupo, lleva las riendas de la sub 20 y sub 18 de Baleares ayudando a la federación y colabora, junto a Boris Gutiérrez, con un centro de tecnificación de la zona.

El bombero de profesión también ha iniciado un proyecto empresarial llamado ‘Mallorca Rugby Events’ con el que monta un ‘Rugby Beach’ además de organizar logística a equipos que llegan para jugar en Baleares, y por si esto fuera poco no renuncia a viajes tan especiales como el realizado recientemente a Chile.

Junto a la jugadora internacional de Seven Patricia García, mezclando solidaridad y difusión de los valores del rugby durante 15 días por el país sudamericano.

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Cómo él se define, “soy un friki del rugby”. Un tipo que aprecia como pocos el vínculo que entre dos personas puede generar el compartir la pasión por el deporte del oval, y alguien humilde para hoy en día, después de más de dos décadas vistiéndose de corto, reconocer que todavía sigue aprendiendo.

Aun pienso que, cuando más creo que sé sobre rugby, más me doy cuenta de que menos sé”.

Y lo importante es que sigue disfrutando como el primer día, uno que todavía no ha podido olvidar junto a su amigo Pablo Guinea, cuando el ‘Pantera’ y toda la familia de Les Abelles encendieron un fuego en su interior que a día de hoy, 26 años después, todavía no ha podido apagar.

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