Torneo de la Amistad: por estas cosas el rugby siempre será diferente | Yo soy noticia


En el rugby el compañerismo se fomenta y se practica, así como el respeto al rival que tienes dentro del campo. Un oponente que, en categorías de formación, también empieza a ser un amigo cuando te lo llevas a casa y le ofreces una cama y comida.

Es la experiencia que vivieron jugadores S1S6 y S18 del Club de Rugby El Salvador vallisoletano, del Club de Rugby Sant Cugat catalán y del Rugby Club Ponent balear en el Torneo de la Amistad 2019, que acogió Les Abelles en Valencia este pasado fin de semana.

Un evento dirigido a canteranos de las cuatro entidades para terminar de preparar de la mejor forma posible el inicio de temporada. Buscando buenos minutos de calidad sobre el césped que ayuden al desarrollo deportivo de estos chicos, pero también prestando atención a la convivencia entre todos los participantes, un detalle que convirtió en muy especial este cuadrangular y que enorgullece a toda la familia rugbier.

El ‘enemigo’ en casa

No hay muchos deportes que puedan presumir de la familiaridad y gestos que uno puede encontrar en el rugby. Ya sea con los tuyos o con los de fuera, y de ahí la existencia y ejemplo a seguir que es el ‘tercer tiempo entre clubes. Lecciones valiosas de tolerancia y empatía que aprenden desde muy jóvenes los jugadores y jugadoras.

De ello pueden dar fe estos cuatro equipos participantes en el cuadrangular de Valencia, acogiendo jugadores y familias de Les Abelles en sus domicilios a los visitantes de El Salvador (la camiseta de los jugadores del Chami recuerda que la generación del 2004 nunca viaja sola), Sant Cugat y Ponent.

Cama y comida para coger fuerzas antes del torneo, pero sobre todo vínculos y alianzas que se forjan y que ayudan a entender el sano y edificante ambiente que se respira en este deporte. Amistades que perduran con el paso de los años y que nacen en desayunos como los que ha podido grabar Yosoynoticia.es.

Todavía con caras de sueños, los chavales hablan de la experiencia cada uno con la equipación de su club, pero todos formando parte de esa enorme familia del rugby. Esa donde el respeto y la solidaridad no entiende de colores o de edades, solo de compartir la pasión por un deporte que forma jugadores y también personas para el futuro de nuestra sociedad.

El resultado o el ganador del torneo cuadrangular es casi lo de menos a estas alturas de la temporada. Lo que ganaron estos jóvenes en este último fin de semana en la capital del Turia son lecciones vitales y de conducta fundamentales para el resto de sus trayectorias, entendiendo que en el rugby no es negociable el decoro para con los compañeros, rivales, árbitros y demás implicados en el juego.

Lo que ha unido un vaso de leche, zumo o ‘croissant’ ya no lo podrá separar ningún ensayo en contra sobre el verde. En esto, como en muchas otras cosas, ‘rugby is different’.

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