Adrián Rubio
El rugby lleva años dándonos a todos lecciones de cómo integrar a toda la sociedad, por encima de sus diferencias o procedencia, en torno a un balón ovalado y los valores tan positivos que este deporte atesora
Y nos deja historias como la de Eric y su hermana Ingrid. Nombrados así, sin apellidos, pueden hasta pasar desapercibidos.
Pero ella es una Leona, internacional con las selecciones españolas tanto de Seven como XV, y él un luchador de la vida que ha encontrado en el rugby el entorno ideal para acercarse un poco a más a su hermana, de la que no se pierde ni un partido.
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«Es que aprendo de mi hermana»
Los que allí estuvieron presentes, en el III Festival Internacional TRI Rugby Inclusivo de Cullera a principios del mes de septiembre, afirman no tener palabras para explicar todo lo vivido y sentido durante el fin de semana en el que la integración fue la estrella. Dos días de convivencia, diversión y mucho deporte con el rugby como excusa, pero donde lo de menos fue el resultado de los partidos que midieron a equipos tanto nacionales como internacionales.
Faltaría espacio para relatar (en este reportaje de un encuentro en Valencia a principios de año se da espacio a más protagonistas) lo ocurrido y lo significativas que fueron las imágenes que ofreció este festival inclusivo, pero en Yosoynoticia.es nos queremos quedar con una por la enorme carga de profundidad que atesora.
Es el lado más personal de toda una Leona española, de una internacional absoluta y jugadora de élite en la máxima competición nacional llamada Ingrid Algar González. Una guerrera sobre el césped que ahora se recupera de una grave lesión, y cuyo mayor fan está en casa.
El festival de la inclusión se celebra en Cullera y lleva un balón de rugby en las manos
Es su hermano Eric, que convive desde su nacimiento con una de esas enfermedades raras llamada Síndrome de Apert. Descubrió el rugby junto a su hermana cuando ella colaboraba con la inestimable labor integradora de la asociación ‘Dicapaz‘, y él era parte de ese grupo de chicos y chicas que tenía en el rugby un vehículo de normalización para sus vidas.
Desde entonces han pasado algunos años y ella ya no está siempre cerca de él, ocupada con los viajes por España y el mundo para cumplir su sueño de estar entre las mejores, pero Eric no se ha separado del rugby. Ve jugar a su hermana siempre que puede, aprende de ella y se fija mucho en cada gesto o acción sobre el campo, y cuando tiene la ocasión lo lleva a la práctica.
Ocurrió en Cullera, jugando en segunda línea y marcándose un carrerón de 45 metros que finalizó con un ensayo. Una acción que elogiaron sus compañeros -«Eric, pero menudo ensayo»- y que encontró en el valenciano la siguiente respuesta: «Es que aprendo de mi hermana».
«Fue una experiencia inolvidable»
Así recuerda Ingrid Algar González los momentos vividos junto a su hermano, y otros chicos y chicas, en las jornadas de la Asociación ‘Dicapaz’ en Valencia. En el Campo del Río donde ella jugaba con el CAU Rugby Valencia. «Aprendí muchísimo ayudándoles, fue una experiencia inolvidable y no descarto que en el futuro pueda volver a ser partícipe de algo así para aportar mi granito de arena en el rugby inclusivo», señala la internacional española.
Se muestra al hablar con Yosoynoticia.es «muy orgullosa de mi hermano y de que le guste el rugby tanto como a mí», así como también elogia todo lo bueno que ha aportado a la vida de Eric introducirse en el ámbito del deporte inclusivo.
Espero que siga ensayando un montón y que los dos podamos seguir disfrutando de este deporte», señala Ingrid.
Ella, como el resto de la familia, agradece los esfuerzos de personas como Juan Rastrilla y del Tatami Rugby Club por todo el apoyo que ofrecen para seguir desarrollando el rugby inclusivo. El contexto ideal para que pueda disfrutar Eric, siguiendo los pasos de su idolatrada hermana en una de esas historias que nos reconcilia con la vida y el deporte.
