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La deportista valenciana le ha ganado la batalla al cáncer y hoy afronta los retos con más fuerza que nunca. Aunque su objetivo ahora es disfrutar del deporte sin ataduras, planea volver a correr en maratones como los de Valencia y Formentera
Anna Blanco, nacida en Ontinyent el 14 de junio de 1978, comenzó en el mundo del deporte de una manera poco convencional. Estudió periodismo y, llegado el día, decidió enrolarse en el proyecto ‘MK Experiences’ en La 2 de TVE, cubriendo incluso la maratón de la Muralla China.
El programa piloto fue tan bien acogido por los espectadores que tuvieron la oportunidad de grabar dos temporadas más con el nombre ‘A la carrera’, en el que filmaron todo tipo de competiciones populares.
Yo soy de quienes piensan que para hablar de algo hay que conocerlo desde dentro”, así que Anna se puso las zapatillas y comenzó a correr para comprender el mundo en el que se estaba adentrando.
Aunque sus inicios fueron de cortas distancias, poco a poco se fue enganchando a este deporte y hoy en día no solo lo practica, sino que además se dedica a ello de una forma que mucho dista de la dinámica televisiva.
“Trabajo como directora deportiva en Gandía con el Club de Correr El Garbí, o sea, que no lo vivo solo en lo personal, sino también en lo profesional.”
Un alto en el camino
Tras superar un cáncer de útero, llegó a los oídos de Anna el Reto Solidario para la Asociación Española Contra el Cáncer y no dudó en ponerse manos a la obra: “Para mi fue muy simbólico; una forma de cerrar la puerta de la enfermedad y dejarla atrás.”
Cuando a Anna le detectaron el cáncer, no dejó de seguir practicando todo el deporte que su cuerpo le permitía: “Corría, y si no podía, andaba.”
«Después de pasar una enfermedad así de dura y de haber hecho el Reto, me siento capaz de todo»
Ahora la valenciana asegura que tiene previsto participar en la Mitja Marató de la isla de Formentera el próximo 13 de mayo: “Después de pasar una enfermedad así de dura y de haber hecho el Reto, me siento capaz de todo”.
Tal es la fortaleza de Anna que ya está pensando incluso en el Maratón de Valencia: “Me da un poco de vértigo porque es este mismo año, pero yo creo que voy a poder con ello”.
Fuerzas renovadas
Si hay una persona importante para Anna es su entrenador, una pieza fundamental durante el proceso de recuperación a nivel profesional, pero sobre todo un amigo en el que apoyarse a nivel personal.
«Aunque sé que no voy a ser campeona de nada, me siento capaz de todo»
Cuando la atleta comenzó con la rehabilitación no podía hacer otra cosa más que caminar, pero paso a paso y gracias a su apoyo hoy Anna siente que puede hacer cualquier cosa: “Me siento muy fuerte, y aunque sé que no voy a ser campeona de nada me siento capaz de todo”.
Como no podía ser de otra manera, su familia ha sido desde el principio su gran apoyo y la mejor razón para seguir luchando: “La recuperación la haces más por los demás que por ti. Hay momentos en los que sales adelante pensando en los demás”.
Una carrera de fondo
A pesar de todos los obstáculos con los que Anna se ha encontrado durante el camino, hoy tiene muy claro que el running le acompañará a lo largo de toda su vida: “Me veo metida al 100% en este deporte, y además mis dos hijos practican atletismo”.
«Estoy viviendo el deporte más que nunca a través de los atletas».
Y es que su implicación trasciende lo deportivo al ocuparse incluso de la gerencia de un club de atletismo, una experiencia que le ha llevado a vivir este deporte de una manera todavía más intensa: “Los atletas y yo estamos encantadísimos. Estoy viviendo el deporte más que nunca a través de ellos”.
Sobre su rutina deportiva, Anna asegura que además de correr disfruta complementando su entrenamiento con todo tipo de actividades: “Siempre corro, pero me gusta mucho variar. He hecho kite, padel y mil cosas más, todas las semanas voy al gimnasio al menos un par de veces y practico yoga cada día”.
Pero si hay algo que de verdad empuja a Anna a seguir poniéndose las zapatillas es la superación, una palabra que conoce de primera mano. Aunque sabe que medalla de oro solo hay una y se la disputan miles de corredores, tiene muy claro que superarse es una cuestión individual y que su mayor competidor es ella misma.
“Superar tus propias metas es precioso”, confiesa Anna. Esa belleza que percibe todo aquel que ama lo que hace y que lo hace de corazón. Un ejemplo para todos los corredores que, como Anna, saben que el éxito no está en la meta, sino en el camino.
