Carlos Martínez
Manuel Gutiérrez llevaba 37 maratones disputadas de manera consecutiva en Valencia. Las lesiones le han impedido competir en las dos últimas ediciones, pero sueña con poder estar en la celebración del 40 aniversario de la prueba.
La situación de emergencia generada por el coronavirus Covid-19 ha hecho que muchos aniversarios y cumpleaños tengan un sabor agridulce. Esto también ha afectado a clubes deportivos o a pruebas importantes que iban o van a soplar velas en celebraciones especiales. Un ejemplo es del Maratón Valencia Fundación Trinidad Alfonso EDP, quien por desgracia tiene que pensar en diferentes escenarios por si no puede celebrar su 40 edición en la fecha del 6 de diciembre de 2020.
Aún así, el orgullo de poder cumplir 40 años y de hacerlo en su mejor momento de forma y de salud no cambia. Por eso, muchos son los casos de atletas históricos que encontramos bajo el historial de la organización. Hace unos días, en YoSoyNoticia.es conocíamos a Edu López, un apasionado que corrió la primera edición del Maratón Valencia con 12 años.
Hoy conocemos a otro apasionado del mundo del running que también corrió en la primera edición y que ha llegado a participar en 37 ediciones de manera consecutiva. El protagonista de hoy es Manuel Gutiérrez, un atleta que a sus 64 años solo se ha perdido dos maratones de Valencia, precisamente las dos últimas, por una lesión en la pierna que le impide correr con normalidad.
Correr la primera edición era como ir a lo desconocido
Como la mayoría de los niños, el fútbol fue el primer deporte que conoció Manuel Gutierréz. Curiosamente, gracias al fútbol, Gutiérrez empezó a enamorarse del atletismo: «Yo corría en las Escuelas de San José con unos 13 años. Había pistas de atletismo y corría cuando calentaba para jugar a fútbol. Por suerte, llegó una persona a las escuelas y nos hacía entrenamientos para empezar a correr en serio. Cuando el club del colegio desapareció, buscaba sitios para poder correr, me enteré que se celebraba el maratón y me apunté«.
Y ahí, casi por casualidad, Manuel Gutiérrez pasó de las pistas del colegio a una prueba de 42 kilómetros sin demasiada preparación: «El primer maratón de Valencia fue como ir a lo desconocido y la idea era terminarlo, pero tampoco sabía si podría. Los entrenamientos los hacía a mi aire porque siempre he sido muy independiente y siempre me he tomado el atletismo como una diversión, no como una obligación. Corría solo, pero en el maratón sí corríamos en grupo. Estábamos solos, fuera de la ciudad… Era un poco pesado si ibas solo».
Finalmente y como era de esperar, nuestro protagonista terminó cruzando la línea de meta como uno más y encontró un regalo al terminar: «Lo más bonito para mí fue acabar el maratón y ver a mi familia cuando terminé: mis hermanas, mi padre… Sentí mucha alegría al terminar y verlos y, además, tuvieron el detalle de regalarme flores».
Nunca he querido que el atletismo se convirtiera en una obligación
La historia de Manuel Gutiérrez con el atletismo es de puro disfrute, de un hobbie que nunca quiso convertir en una pura obligación: «Entrenaba cuando me apetecía, nunca me lo he querido tomar como una obligación. En todos estos años habré tenido un par de planes de entrenamientos serios. Pero si quería hacer una buena marca necesitaba hacer esos entrenamientos más organizados. Eso sí, la primera vez que bajé de las 3 horas en un maratón yo iba a mi ritmo entrenando y saliendo a correr cuando me apetecía«.
Y pese a preparar las competiciones a su libre albedrío, nada frenaba la capacidad deportiva de Manuel Gutiérrez: «Cada uno tiene sus circunstancias personales, físicas, laborales… Yo he tenido la suerte de que he pesado muy poco siempre y por aquel entonces pesaba apenas 60 kilos. Así, tenía que arrastrar pocos kilos. Los tiempos de salir a correr los decidía según mi cansancio por trabajo o por mis ganas. He podido hacer maratones casi sin entrenar. Nunca me ha hecho falta hacer tiradas largas».
El Maratón Valencia encontró su crecimiento definitivo con la llegada de la Fundación Trinidad Alfonso
Manuel Gutiérrez es una de esas personas que ha visto la evolución del Maratón Valencia hasta convertirse en una de las mejores pruebas del mundo. Para él, dicha evolución se divide en tres fases: «De 1981 a 2010 encontramos un ciclo en el que distintos patrocinadores nos apoyaban, pero no conseguíamos lanzar el maratón de manera definitiva. Cuando hacemos el 30 aniversario en 2010, podemos hablar de otro ciclo. A partir de ahí, se decide añadir la Ciudad de las Artes y las Ciencias para salir y para terminar. Y en 2013 es cuando la Fundación Trinidad Alfonso apuesta por el maratón».
Ahí es justo cuando llega el auge a nivel organizativo de un Maratón que solo ha hecho que crecer. Pero Gutiérrez también reconoce la labor del presidente del club en el que lleva compitiendo desde el año 83, el Correcaminos: «En Correcaminos tenemos la suerte de que Paco Borao es el presidente de la Asociación de Maratones Internacionales y Carreras de Distancia (AIMS). Se mueve mucho por el mundo y tiene diferentes contactos y acceso a personas, managers y atletas de primer nivel que nos ayudan a estar donde estamos ahora».
Actualmente, Manuel Gutiérrez confía en poder correr de nuevo para poder dejar atrás su lesión y, sobre todo, para formar parte de la carrera especial que supondrá el 40 aniversario del Maratón Valencia Fundación Trinidad Alfonso EDP. Además, será el momento de actualizar el pequeño museo del runner que tiene creado en casa para guardar todos los recuerdos de sus competiciones. Pura pasión por el atletismo.
