Redacción YSN
“Esta semana he empezado a meter impacto y a saltar con clavos y el tobillo va bien. Quisiera jugarme la mínima en el Nacional”, señala el atleta, de 26 años, recién operado de su tobillo. “Tarde o temprano, volveré a pillar el salto perfecto”.
«No descarto ir al Europeo de pista cubierta en Glasgow. Todavía creo que es posible y mi plan es ése», explica Pablo Torrijos, el triplista del Playas de Castellón que el pasado 6 de noviembre se operó del tobillo, «en concreto de la cola del astralago, porque me hacía daño y me obligaba a quitar volumen y calidad en los entrenamientos. No podía seguir así».
Desde entonces, Torrijos está satisfecho «porque el tobillo me está respondiendo bien. Esta semana he metido más impacto. He empezado a saltar con clavos y con más fuerza en la pierna y no me puedo quejar».
«Ahora se trata de aumentar la intensidad y ver hasta dónde puedo llegar. Si me siento competitivo, iré al Nacional, donde me lo jugaré todo a una carta. Allí buscaré la mínima de 16,50 para el Europeo de pista cubierta de Glasgow y que, para mí, sería como un premio», argumenta Pablo Torrijos, el atleta que lleva en el Playas de Castellón desde cadete cuando dejó el Colegio Diputación.
Pese a sus ganas, Torrijos mantiene la calma: «Pero, si veo que no estoy bien, no arriesgaré y lo dejaré para el verano. El año pasado hubo épocas que, al final, me aconsejaron operarme. Sobre todo, tras el Europeo de Berlín, donde decidí ir a Perú, al Iberoamericano, y en el calentamiento me hice daño. Pisé mal y noté dolor«, agrega Pablo Torrijos.
El atleta del Playas de Castellón entrena desde hace tres años en la Blume de Madrid y pese a todo trató de agotar la temporada en la Copa Continental de Ostrava, «donde prácticamente no pude ni saltar y allí fue cuando decidí que me operaba sí o sí».
A los 26 años y a dos asignaturas de terminar la carrera de Criminología, Torrijos todavía tiene como mejor marca los 17,04 que saltó en Praga 2015, pero su idea «es superar esa marca esta temporada. Quiero ser más competitivo. Necesito serlo y creo que puedo lograrlo. Es la principal razón por la que me he operado. Ahora hace falta que el tiempo me dé la razón. Pero no quisiera dudar de que tarde o temprano volveré a pillar el salto perfecto».
