Alba Molina San Antonio
Se trata de una enfermedad rara que únicamente afecta a 6 niños de toda España, que no tiene cura y que termina con el peor desenlace posible. Por ello, Tomás quiere que en el camino merezca la pena vivir
El madrileño Tomás López, afincado desde hace varios años en la ciudad condal de Barcelona, compagina su trabajo como comercial de una marca deportiva con su pasión: el atletismo. Tomás erige protagonista de una de esas historias que pellizcan el corazón hasta a las personas más frías del mundo.
El año pasado, mientras participaba en una carrera en Barcelona, conoció a Pol y a su familia. Pol es un niño que sufre de hiperglicinemia no cetósica, una enfermedad rara que afecta a sólo 6 niños en toda España y que no posee cura.
A Tomás le conmovió la historia de superación de unos padres que nunca cesan de luchar a pesar de ser plenamente conscientes de que cualquier día puede ser el último, que cualquier día pueden recibir esa fatídica llamada en la que confirmen que Pol se ha ido para siempre.
El flechazo fue instantáneo y desde entonces Tomás corre por y para Pol, representando y visibilizando su causa. Y es que se trata de una enfermedad que precisa de muchísima investigación para mejorar la calidad de vida de unos enfermos que requieren cuidados especializados las 24 horas del día.
«Sabemos que tarde o temprano se nos irá, por eso queremos recaudar la mayor cantidad posible para que tenga la mejor calidad de vida posible y para que también deje de haber con el tiempo más gente con la misma enfermedad que Pol», declara.
En la Asociación Proyecto Pol, donde Tomás es un integrante más, dos son los lemas innegociables que son perfectamente extrapolables a cualquier ámbito de la vida: «rendirse no es una opción» y «no es un día menos, es un día más».
La asociación se nutre a raíz de los donativos de la gente así como diferentes productos de merchandising. El Maratón de Valencia 2017, donde corrió Tomás, fue un escaparate inmejorable para la Asociación Proyecto Pol que se dio a conocer traspasando fronteras.
«Lo he hecho cuatro veces, esta es mi tercera consecutiva. El Maratón de Valencia es el número uno, me tiene enamorado. No se puede explicar, hay que vivirlo. La pasarela final cuando te subes al tapiz azul es sencillamente alucinante», subraya.
KOA Distance, el primer medio ultraman del mundo creado por dos amigos y emprendedores valencianos, ha conformado otra de las pruebas favoritas de Tomás. Una carrera en la que difundir el caso de Pol era el objetivo principal.
«Es una prueba totalmente distinta, me ha marcado porque más allá de competir lo que importa es participar, aprender y hacer familia. El compañerismo que se respira es brutal. Se te pasan muchas cosas por la cabeza pensando que no lo vas a terminar y de repente Pol aparece en mi cabeza», apunta.
Y es que Tomás manifiesta que Pol, aun sin saberlo, le ha aportado y enseñado más que al revés: «Si ellos no se rinden, ¿cómo voy a rendirme yo en una carrera? No, es imposible. Me da fuerza y estoy contentísimo de aportar mi granito de arena».
Tomás ha comenzado a elucubrar sus próximos retos, entre los que destacan realizar la Titan Desert, el Ironman de Lanzarote y el Maratón Des Sables. «Son pruebas durísimas e importantes dentro del mundo del deporte, por eso me hace ilusión algún día poder hacerlas», incide.
El tiempo dictará sentencia y pronto sabremos cuáles serán sus próximas pruebas, aunque Tomás ha podido desvelar a Yosoynoticia.es que el próximo año repetirá en KOA Distance. Lo que es irrefutable es que pase lo que pase, la lucha de Pol y sus padres conformarán el motor de sus pasos.
