David Quijal
Yago Silvestre y Pedro Crespo recorrieron unos 3.000km del desierto de Marruecos repartiendo material solidario en aldeas necesitadas. Una experiencia única para estos dos alumnos de la UPV.
El pasado mes se celebró en Marruecos un rally muy especial. Se trata del UNIRAID, una prueba de 9 días exclusivo para estudiantes universitarios y con un claro carácter solidario. El objetivo es recorrer entre los 2500 y 3000 kilómetros por el desierto marroquí, mientras se reparten por las aldeas más de 40kg de material solidario por vehículo.
De esta aventura formaron parte Yago Silvestre y Pedro Crespo, dos estudiantes del doble grado de Ingeniería de Telecomunicaciones + ADE de la Universitat Politècnica de València.
«Todo esto comenzó porque la madre de un amigo vendía un coche. Y yo me acordé de que un amigo había hecho esto hace unos años, y se lo comenté a mi compañero. Su padre también había hecho el Panda Raid que es del estilo. Dijimos ‘Vamos allá. Vamos a lanzarnos a la piscina y a ver qué saler'», nos explica Yago sobre qué les hizo formar parte de este rally.
Uno de los requisitos de la prueba es que el vehículo debe ser de más de 20 años, por lo que se requería de una preparación previa para que el coche estuviera en condiciones de afrontar las exigencias del terreno.
Se centraron sobre todo en «unas buenas suspensiones y ruedas», y en proteger partes delicadas que pudieran verse dañadas. «Como es bastante antiguo, procuramos que no hubieran cosas que pudieran degradarse, y que pudiéramos darle caña al coche sin problema», apunta de una preparación que les llevó unos dos meses.
Una experiencia especial
Nunca se habían adentrando en algo como esto. Como nos dice Yago, fueron «a la aventura», y acabaron muy contentos con la experiencia vivida.
En cuanto a la prueba, todo fue bien. «El coche respondió perfectamente. Sí que hubo un momento crítico, porque nos pillaron de las peores lluvias y nevadas en la historia de Marruecos, colapsándose el país. Y nuestros coche no estaba del todo impermeabilizado. Tuvimos un problema con la bobina y el coche no arrancaba», comenta, sin embargo pudieron resolver ese contratiempo. «Un momento de tensión, pero el resto bien», añade.
«El carácter solidario nos hizo decantarnos por este»
El lado solidario del rally fue determinante a la hora de elegir participar en esta prueba. «Pensamos en el Panda Raid, pero el carácter solidario y el hecho de ser universitario, nos hizo decantarnos por este», detalla.
«Me quedo con momentos como dar el material a la gente necesitada. Pudimos ver esa realidad. No es como las campañas que colaboras desde la distancia, pero nunca ves como llega al sitio. El hecho de poder darlo con la mano y ver la sonrisa de esa persona, es algo que llena muchísimo», continúa, quedándose también con la gente que ha podido conocer en esta aventura.
Esto le ha despertado el gusanillo a Yago y Pedro de adentrarse en experiencias similares. «Es algo que desconocíamos, y vernos en la tesitura de la aventura nos ha gustado mucho. No tenemos un objetivo fijado, y no sabría decirte cuándo, pero la idea es volver a hacer algo así», reconoce.
Agradecidos a L’Eliana y a la UPV
Participar en un evento como este no es barato. Más allá del coche y sus arreglos, la inscripción ya requiere de un coste importante: «Intentamos recurrir al máximo de patrocinadores posibles. Conseguimos que el Ayuntamiento de L’Eliana quisiera formar parte del proyecto. Les pareció una idea espectacular».
Por otro lado, también tienen palabras de agradecimiento hacia su universidad, que les ha apoyado en esta aventura solidaria. «La UPV nos facilitó el material solidario», destaca. Al municipio y la universidad se le sumaron otros negocios como barberías, restaurantes y pequeñas empresas que se sumaron a esta travesía.
