Javier Cid Molina
Mokuso correrá este domingo en la VI marcha contra la violencia de género organizada por la Asociación Alanna, donde participa hace casi una década cuando decidió cambiar su vida
La violencia machista es una lacra social de la que, por desgracia, muchas mujeres son víctima cada día. La Asociación Alanna ayuda a mujeres víctimas de violencia de género a superar su pasado y sus miedos involucrándolas en la sociedad con ayuda psicológica y jurídica y también mediante actividades o talleres, como el yoga, la arte-terapia, el aikido o el entrenamiento personal.
Es el caso de Mokuso. Llegó hace casi diez años a las puertas de Alanna a pedir ayuda huyendo de un infierno. La acogieron con los brazos abiertos y, desde entonces, ha participado en una gran cantidad de talleres para los que ha tenido que enfrentarse a sus miedos y a sus cargas psicológicas.
“Cuando llegué, estuve asistiendo a terapia y talleres de empoderamiento durante algo más de un año y cuando me sentí mejor, empecé a hacer talleres. Hace cinco años me apunté a aikido y ha cambiado mi vida. El deporte me ha ayudado a centrarme, a bajar el ritmo, a no gastar toda mi energía, a tomar mis propias decisiones y a superar mis miedos”, reconoce Mokuso.
El aikido es genial para las mujeres porque las técnicas se adaptan a todos los cuerpos
Y es que el deporte puede resultar terapéutico cuando ayuda a canalizar las energías para expulsarlas o saber controlarlas. Mokuso probó en 2017 con el aikido y ahora ya se siente una más en su club. “El aikido es genial para las mujeres porque las técnicas se adaptan a todos los cuerpos, trabajas la elasticidad y el fondo físico, me da mucho bienestar”, apunta.
El aikido es un deporte que aprovecha la fuerza del oponente en beneficio de la persona atacada y por ello, es un deporte de contacto y tiene invasiones de la intimidad muy potentes. “Al principio pensaba que no lo iba a lograr pero el maestro sensei fue muy respetuoso y me fue dando confianza para sentirme segura. El aikido me hizo sentirme con ganas de querer continuar, me ayudó a recomponerme”, cuenta.
VI Marcha contra la violencia machista
Mokuso también participará este domingo en la VI Marcha contra la violencia de género. Esta carrera benéfica, de sensibilización y apta para todos los públicos, reunirá más de tres mil personas para protestar contra la violencia hacia las mujeres. Será un espacio seguro por las calles de València en el que mujeres con experiencias similares podrán compartir camino durante cinco quilómetros y medio.
Es una forma perfecta de potenciar el deporte compartiendo un día todas juntas
“Es una forma perfecta de potenciar el deporte compartiendo un día todas juntas”, asegura Mokuso. Una vez por semana durante todo el año salen a caminar juntas y recorren todo el río de arriba a abajo para estar en forma para la carrera y también para estar preparadas para una de sus recompensas después de cada año: hacer un trozo del Camino de Santiago.
Un viaje terapéutico
Desde el año 2015, Alanna organiza un viaje anual para sus usuarias por el Camino de Santiago. Las mujeres se empoderan a través del deporte. Eligen todo en su viaje, toman sus propias decisiones, se sienten escuchadas y se ponen de acuerdo en las formas de financiar el viaje.
“El camino nos ayuda a crecer, a sentirnos seguras y sirve para crear redes. Estar en contacto con la naturaleza y caminar, muchas veces en solitario y luchando contra tus miedos, te da vida. Sabes que ir hacia atrás no es una opción y eso te enseña para la vida”, asegura Mokuso.
Mirar atrás no es una opción, el camino nos ayuda a sentirnos seguras
El deporte cambia vidas. Mokuso ha recompuesto su destino introduciendo el aikido en su filosofía de vida. Como ella, muchas otras mujeres pueden canalizar a través del deporte sus malas experiencias. El deporte puede ser el antídoto que les ayudará a seguir creyendo en que otra vida es posible.
