Los peores alimentos para niños | Yo soy noticia

Cuidar la alimentación se ha convertido en algo vital de un tiempo a esta parte. Controlar y saber qué comemos ya forma parte de nuestro día a día ya que hemos entendido la importancia a nivel de salud de comer bien. Pero no solo debemos tener en cuenta la alimentación de cada uno. Y mucho menos si somos padres. Y es que descubrir cuáles son los peores alimentos para los niños es el primer paso para cuidar a los más pequeños.

Es evidente que inculcar rutinas saludables a nuestros hijos es el primer punto de partida para inculcar la importancia de llevar unos hábitos de vida sanos. Así, no solo estaremos fortaleciendo la salud de los niños sino que les estaremos preparando para un futuro en el que la alimentación va a ser más relevante si cabe. Por eso, también es importante que ellos mismos sean conscientes de cuáles son los peores alimentos que pueden ingerir.

También es importante recordar que, cuando hablamos de los peores alimentos, no estamos diciendo que no se puedan comer nunca. Hay muchos alimentos que sí pueden considerarse como un capricho y tomarlos en su justa medida, pero nunca pasarse. Si no lo controlamos nosotros, va a ser imposible. Por eso, desde YoSoyNoticia.es hacemos hincapié en esos alimentos perjudiciales para los más pequeños recordando también la importancia de consultar a expertos en nutrición ante cualquier tipo de duda.

Los peores alimentos para niños

Pero es de sobra conocido que los excesos en según qué alimentos pueden marcar la evolución de los niños. Los excesos en diferentes productos pueden multiplicar los niveles de colesterol, de grasas o de azúcar. Y así podríamos estar frenando o complicando el crecimiento de los niños. Así pues, es importante saber cuáles son los peores alimentos para los niños y conocer el motivo. ¿Preparados para cuidar la alimentación familiar?

1 – La bollería industrial

Todo tipo de bollería industrial trae consigo grasas saturadas, azúcares y conservantes que poco o nada tienen que ver con la salud. Estos productos se ingieren normalmente a la hora de la merienda y es bastante habitual la compra de estos productos pensando que en la actualidad se utilizan ingredientes más saludables.

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Pero poco o nada tiene que ver con la realidad. Y es importante saber que lo malo no es la bollería sino todos los suplementos. De hecho, si preparamos nosotros mismos los bizcochos, las galletas o los pasteles estaremos cocinando productos ricos y sanos y ofreciendo una alternativa de ocio a los más pequeños.

2 – Las gominolas

Las chucherías y gominolas son sinónimo de azúcar, potenciadores de sabor que no son naturales, grasas saturadas… Una pequeña cantidad de chucherías puede suponer una bomba calórica que en los más pequeños puede llegar a ser perjudicial.

Sin ir más lejos, un exceso de este tipo de alimentos puede generar problemas en los dientes, hipertensión, sobrepeso o diabetes.

3 – La comida rápida o ultraprocesados

Los alimentos de comida rápida son, en general, malos para cualquier persona. Pero en los niños todo se agrava. Da igual que los compremos en los restaurantes o los adquiramos congelados y los calentemos en casa. Este tipo de comida tiene altos niveles de grasas saturadas.

Como ocurre con la bollería, preparar pizzas, hamburguesas o cualquier alimento que se nos venga a la cabeza cuando hablamos de comida rápida siempre será mucho más sano y divertido ya que los ingredientes los escogemos nosotros mismos.

4 – Los snacks

Las bolsas de patatas fritas o todo tipo de snack que podemos encontrar en los supermercados también tienen un grado alto de grasas saturadas. Además, aquí entra en juego el papel de la sal que en muchos de estos productos es excesivo.

Siempre será mucho más saludable convertir cualquier pieza de fruta en un snack. O, por el contrario, cocinar nosotros cualquier tipo de producto. Por ejemplo, hornear unas patatas y aliñarlas con un toque de aceite de oliva.

5 – Los zumos y los refrescos

Muchas veces se utilizan los zumos de los supermercados como sustitutivos de la fruta. Pero en su mayoría, esos zumos contienen muy poco porcentaje de fruta y altos niveles de azúcares. Comprar fruta y hacer zumos naturales siempre será la mejor opción. Lo mismo ocurre con los refrescos, que son prácticamente una bebida de azúcar.

Todos estos alimentos deben desaparecer de la rutina diaria si queremos que nuestros hijos crezcan sanos y fuertes y conociendo la importancia de llevar una alimentación saludable durante toda su vida. Y recuerda que en YoSoyNoticia.es siempre ofrecemos los mejores consejos para llevar una vida saludable.

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