Adrián Rubio
Cualquiera que haya nacido y crecido en el fútbol valenciano previo al ‘boom’ de las Escuelas, antes de que puedas pegar una patada a una piedra y salgan 4-5 entidades donde apuntar a tu hijo o hija, recordará con una mezcla de nostalgia, cariño y respeto lo que significa el nombre del CF Cracks.
En los 80, 90 y principios del nuevo siglo era fácil identificarla como una cantera de referencia en el ámbito autonómico, con categorías como División de Honor, Liga Nacional o Autonómica presentes en su calendario. Si jugabas a esto en aquellas décadas te sabías lo del Don Bosco, Benimar o Cracks como entidades donde existía un alto nivel formativo y competitivo. Estaba el Valencia CF, siempre lo ha estado y siempre lo estará, pero luego la mente se iba hasta lugares como ese CF Cracks de nombre y escudo inolvidables.
Precisamente es ahora cuando le han dado un giro de modernidad al logo de una institución que sigue gestionando de forma privada (sin ningún tipo de convenio con el consistorio de San Antonio de Benagéber, su casa) su día a día y las envidiables instalaciones que posee, tratando de reverdecer viejos laureles mientras el paso del tiempo sabemos que puede con todo, o con casi todo.
Nos ha acompañado desde 1985, nos ha visto crecer y siempre formará parte de nuestra historia. Nuestro escudo entra en el túnel del tiempo y nace una nueva imagen para una nueva era. 💪🏻⚽️
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Porque aquí la familia Gimeno, con el padre fundador en el año 1985 y sus tres hijos (uno de los cuales está en el organigrama tras jugar al fútbol profesional en Albacete, Castellón, Hércules o Nàstic) a la cabeza, resiste para que la gestión siga teniendo ese toque familiar que también distingue al CF Cracks.
Un refugio de talento
A Cracks le hicieron famosos sus resultados y su alto nivel formativo, a cargo en sus inicios de nombres bien conocidos por todos. Por aquí han estado trabajando como entrenadores leyendas como Abelardo (su reciente fallecimiento también ha llenado de dolor a esta, su otra familia), Waldo, Jara o Calpe, claves para los primeros pasos de la Escuela. Pero además otros que vinieron después como ‘Zurdi’, Kempes, Bossio, Farinós o ‘Lobo’ Diarte, y más recientemente jugadores que ahora la ‘rompen’ en la élite como en los casos de Carlos Soler, Gayà o Toni Lato, también estuvieron en algún momento de su trayectoria enrolados en el CF Cracks.
Y es que desde sus inicios el vínculo con el Valencia CF siempre ha estado muy presente, fundamental para forjar la filosofía e idiosincrasia de un club que se enorgullece de su pasado, inspirándose en él para tratar de recuperar parte de ese viejo esplendor de la mano de las nuevas generaciones. Así nos lo cuenta Rafael Gimeno, el hijo del fundador y presidente desde inicios de los 90.
En 30 años ha visto de todo, hasta el final del convenio con el Valencia CF, algo que hizo daño al desarrollo de esta entidad privada y con sede en San Antonio de Benagéber. Pero ha sido en el último lustro cuando algunos acontecimientos volvieron a poner en los titulares al club, relegado a un segundo plano por el bajón en resultados de su línea de competición y por el cada vez mayor número de clubes en el fútbol base. El primero el acuerdo con el Shanghái Shenhua de la Superliga china, cuyo equipo filial nutrió al Amateur de 1ª Regional de un CF Cracks que volvió a estar bajo los focos y se quedó muy cerca de regresar a Preferente, su techo deportivo con el primer equipo.
Más recientemente ha sido un convenio con la Fundación del Valencia CF, centrado en el fútbol femenino, lo que despertó mucho interés. Un acuerdo que ha expirado y que no continuará vigente la próxima campaña, cuando la entidad blanquinegra integre en la Ciudad Deportiva de Paterna a toda la rama femenina restante tras prescindir de la línea de pago, pero que durante 3 años ha tenido a todos los equipos ‘Che’ (a excepción del primer y segundo equipo valencianistas), entrenando y jugando en los campos del CF Cracks.
Cambios a todos los niveles para coger fuerza en el fútbol autonómico
Mucho ha llovido desde que en sus inicios, y antes de que tomara forma la Asociación de Futbolistas del Valencia CF, juntarse en CF Cracks era para estas leyendas ‘Che’ un refugio donde hacer partidos, cenas, etc. Como insiste Rafa Gimeno, “una alineación tipo de esos años era gente que había ganado ligas y copas, era un privilegio para nosotros”.
Quizá algo así sea irrepetible en el fútbol actual, y está en el ADN del CF Cracks, pero el presente pasa por una ambición e ilusión tremendas ante la nueva etapa que se abre en el club. Hay nuevo escudo para esta nueva era de la entidad, caras nuevas que deben dar impulso en el verde y en los despachos, y hasta un cambio de césped para ofrecer las mejores condiciones a sus numerosos futbolistas.
Vamos a emprender la temporada con unos 27 equipos, desde Prebenjamines hasta el Amateur que son unos 450 jugadores”
“Vamos a emprender la temporada con unos 27 equipos, desde Prebenjamines hasta el Amateur que son unos 450 jugadores”, explica Gimeno, que aclara que aunque de momento no hay rama femenina tras la salida del VCF, no descartan en un futuro cercano emprender su propia aventura en este ámbito. Además, si la pandemia lo permite, volverán a activar la residencia para jugadores extranjeros que pusieron en marcha hace un lustro, acogiendo sobre todo a jugadores procedentes de Estados Unidos que quieren complementar su formación en la mítica Escuela del CF Cracks.
Somos como nacimos, una entidad donde cualquier joven futbolista pueda disfrutar del fútbol y tenga opción de aprender, formarse y en las primeras líneas competir. Cada uno a su nivel, pero que estén lo más a gusto posible y cuando dejen su etapa de fútbol base tengan un buen recuerdo de Cracks”
“Somos como nacimos, una entidad donde cualquier joven futbolista pueda disfrutar del fútbol y tenga opción de aprender, formarse y en las primeras líneas competir. Cada uno a su nivel, pero que estén lo más a gusto posible y que cuando dejen su etapa de fútbol base tengan un buen recuerdo de Cracks”, afirma nuestro protagonista, señalando cómo muchos de los actuales entrenadores del club comenzaron jugando aquí de niños.
Lejos queda el bajón provocado por la crisis económica del 2008, cuando perdieron mimbres, ya que la próxima temporada, como ya hemos indicado, se presenta ilusionante en cantidad y calidad de los equipos. A los mandos de la estructura encontraremos dos de las principales novedades, por un lado Luis Escudero (tras su reciente etapa en los banquillos de Tercera División) que llega para asumir la coordinación del fútbol 11 y por otro Emilio Da Silva, para la del fútbol 8. Reemplazan a Jordi Huerta, fichado por el Valencia CF. Siempre presente la eterna conexión blanquinegra… “Estamos cambiando para recuperar nuestro mejor nivel”, destaca el actual presidente.
“Son dos personas que están reconocidas en el fútbol base y regional, porque nuestra idea es volver a dar un paso adelante en las categorías de la Escuela del CF Cracks”, añade.
Un club pionero
Ya hemos destacado sobremanera la cultura valencianista que siempre ha impregnado este lugar (aunque ha salido el Femenino, existe un valioso e importante convenio con el Valencia CF que les engloba en el proyecto ‘Escoles VCF), pero no hemos hablado tanto y quizá no todos saben que CF Cracks también se hizo un nombre por ir siempre un paso por delante del resto.
Aquí fue donde cualquier niño, pagando su cuota, podía jugar al fútbol con independencia de su nivel. Rompiendo con el sistema de que si no tenías el talento para que te aceptara un club de tu ciudad o barrio no podías formar parte de un equipo, algo ahora extendido hasta la saciedad con infinidad de Escuelas en cada rincón que funcionan de esta manera. También impulsando las ligas F7 de empresa, o las instalaciones de césped artificial en Valencia (primero arena, luego coco y ahora caucho). “Hemos estado intentado estar siempre en la vanguardia del tema del fútbol”.
Con ese espíritu innovador, y con una resistencia a prueba de obstáculos (como la ampliación del polígono que se llevó por delante varios campos de juego con los que contaba CF Cracks en el pasado) es como esta institución sigue siendo un refugio de nostálgicos, pero también de aquellos que quieren soñar con el balón en los tiempos presentes. Y es que aguarda nuevo césped artificial de última generación de cara al próximo curso 21/22 en unas instalaciones compuestas por dos campos de F11 (uno de ellos de verde natural, un lujo de su propiedad y exclusivo para ellos que solo igualan VCF, LUD y Villarreal CF en la ‘contorná’), dos más de F7 y dos de F5.
Y aunque antes su fama y la menor presencia de proyectos en cada localidad atraía hasta las instalaciones de San Antonio de Benagéber a chavales de Ontinyent, Gandía o zonas de Castellón, ahora tampoco les faltan nombres para completar todos los equipos de su organización. ¿Quién no ha oído hablar de CF Cracks alguna vez? Pues bien, acaban de celebrar el importante ascenso de un equipo Cadete (con Miquel Peris en la banda) y desean que sea la chispa que encienda una mayor revolución el curso que viene. Corren nuevos y emocionantes tiempos en una familia deportiva que no necesita presentación.
