Adrián Rubio
Hasta la fecha el oval de la Comunitat Valenciana no había estado representado de alguna forma en un Campeonato de España militar.
Ahora ha llegado el momento, concretamente del 9 al 12 de octubre en los campos de rugby ‘Arroyo de la Vega’, en la localidad vallisoletana de Arroyo de la Encomienda. Allí se va a celebrar la VI edición del Campeonato de Rugby del Ejército de Tierra, con partidos de equipos tantos masculinos como femeninos.
En la categoría División 2 masculina competirán en Valladolid hasta cuatro equipos, siendo uno de ellos ‘Dragones del rey Jaime’. Esto podría no ser noticia sino fuera porque en este combinado encontramos hasta 10 jugadores (militares de profesión) que este curso tienen ficha federativa con el UER Montcada.
Supone todo un hito que por primera vez el rugby de la Comunitat Valenciana vaya a estar representado en un Campeonato de España militar, y además esta noticia da continuidad a la excelente relación que ha surgido entre Moncada, el UER Montcada y el ámbito castrense.
Va a ser un primer paso para un proyecto muy duradero y muy bonito»
Una sinergia que el pasado mes de diciembre, en el campo de La Pelosa de la localidad de l’Horta Nord, ya cristalizó en la organización del primer encuentro oficial de una selección militar femenina española, enfrentándose sobre el verde al Rugby Turia de València.
«Tienen una ilusión, y una seriedad en el trabajo, propia del ejército, claro», explica Carlos Gelde, el presidente de un UER Montcada que tan orgulloso está de acoger cada semana a estos rugbiers de carrera militar.
Para el torneo, donde ‘Dragones del rey Jaime’ además de militares de la provincia de Valencia también cuenta con personal procedente de los cuarteles de Alicante y Castellón, los propios jugadores han diseñado la apariencia de las camisetas que lucirán en los partidos.
«Va a ser un primer paso para un proyecto muy duradero y muy bonito», añade Gelde sobre esta situación, señalando que este hito abre la puerta a un futuro prometedor y donde ambos mundos, el militar y el del balón ovalado, sigan estrechando lazos con Moncada como idílico escenario.
