Adrián Rubio
Esta semana ha sido muy especial porque ha marcado el regreso a los entrenamientos de las jugadoras que dirige el técnico Ximo Villegas. Por delante algo más de un mes para preparar el playoff exprés, a un solo partido, que tendrán que jugar para intentar alcanzar el preciado ascenso a Liga Reto Iberdrola
La segunda categoría del fútbol femenino español aguarda a los mejores equipos de Primera Nacional, clasificados para este playoff exprés tras el abrupto final de curso provocado por la COVID-19. Además del Aldaia la Comunitat Valenciana también posee, y se pueden cruzar en esa única eliminatoria que conocerán el próximo 2 de julio, al Joventut Almassora castellonense.
Sandra López y Lorena Landete han seguido caminos distintos en el fútbol femenino pero el destino las unió en este proyecto hace algo más de un lustro, y lo que también comparten es el cariño y respeto a una entidad que para ellas es mucho más que un simple club de fútbol. Conocen de su trascendencia en la localidad, y se ilusionan pensando en el hito histórico que supondría para Aldaia tener a su equipo femenino codeándose en el segundo escalón nacional.
La capitana que sueña despierta, y la veterana que aquí encontró su ‘hogar’
Las carreras futbolísticas de Lorena y Sandra no han seguido caminos idénticos, pero el balón les hizo compañeras hace unos años y ahora pueden hablar con propiedad de todo lo que significa el UD Aldaia CF Femenino. Cerca de la capital València pero sin ser esa gran ciudad, las características de un mercado pequeño como es Aldaia todavía le confieren más épica y emotividad a lo que están buscando junto a compañeras, cuerpo técnico y directiva: ascender tras muchos años intentándolo en vano.
Lorena se crió en el Levante UD, club pionero en cuanto al femenino, y tras debutar con el primer equipo probó la experiencia deportiva y vital en la élite del balompié de Suecia. Pero esta economista de profesión regresó a España para acabar sus estudios y encontró el perfecto refugio futbolístico en el pequeño municipio de Aldaia, donde su equipo femenino empezó desde las catacumbas de la Comunitat para poco a poco hacerse un nombre a base de trabajo y mucha ilusión.
Desde su llegada, hace algo más de 5 años, Lorena ha sido algo más que jugadora en el UD Aldaia CF Femenino. Ha trabajado como administradora de la entidad y ha entrenado a niñas en su cantera, todo ello compaginándolo con su rol de jugadora en el primer equipo, ese que tantas veces se ha quedado con la miel en los labios de no alcanzar por poco los playoffs de ascenso.
Pero esta vez sí que han podido, y la Liga Reto Iberdrola está a tan solo 90 minutos. En la temporada donde Lorena no pensaba estar jugando, pues se retiró al final del pasado curso hasta que a mitad de campaña, allá por el mes de enero de esta 19/20, el entrenador Ximo Villegas le convenció para que fuera un refuerzo de lujo con el que dar el último empujón hacia los playoffs.
Su llegada, y la pandemia del COVID-19 que trastocó el calendario previsto, nos ha llevado hasta el momento actual, y nada de lo vivido previamente tiene importancia porque ahora solo hay que pensar en un presente que despierta bonitas emociones.
Aquí siempre han apostado mucho por el fútbol femenino, y aunque nos da respeto pensar en toda una Liga Reto Iberdrola por ser una exigencia y nivel superior, al final es una recompensa a todo este sacrificio de tanto tiempo. Nos mereceríamos conseguirlo”, señala Lorena.
Su compañera Sandra todavía conoce mejor lo que es el matrimonio Aldaia-fútbol femenino. Comenzó a dar sus primeras patadas en la localidad y desde bien pequeñita juega con estos colores, quemando etapas y categoría a categoría hasta portar con orgullo en el presente el brazalete de capitana.
Junto al técnico Ximo Villegas se ha sacrificado por el proyecto en Segunda Regional, y ahora, a 90 minutos en la sede única de Las Rozas (Madrid) de firmar un ascenso histórico para el club y para la localidad, no puede más que emocionarse al recordar todo lo vivido.
Es un momento dulce, llegar hasta aquí no se había conseguido nunca y es un paso más a nivel del club y del equipo. Todo el apoyo que hemos recibido por parte del ayuntamiento, vecinos y pequeñas empresas de la zona que hacen su aportación no lo olvidamos, y al final todo ese apoyo hace que no solo por nosotras sería tan especial ascender”, confiesa.
Respeto a la COVID-19
El regreso al césped, marcado por unas estrictas medidas de seguridad e higiene para prevenir el contagio, no les hace olvidar todos los meses confinadas en casa, y lo duro que esta pandemia ha sido y todavía sigue siendo para miles de familias. En sus cabezas el virus está presente, pero la adecuada colaboración entre club y ayuntamiento ha originado un entorno en el que se sienten seguras, y en el que pueden concentrarse en recuperar las mejores sensaciones con el balón.
La organización es super buena y está todo controlado, cada una con su sitio en el vestuario para cambiarnos durante todo este tiempo, y se han habilitado todas las opciones posibles para tener las condiciones y la seguridad que requiere volver a entrenar. Teníamos muchas ganas de vernos y tocar balón”, reconoce Lorena.
Su compañera Sandra, que durante todo este parón futbolero no ha dejado de trabajar como psicóloga e integradora social en Picanya, en contacto con gente con diversidad funcional, añade que “se impone la ilusión porque para muchas es la primera vez que vamos a jugar un playoff de ascenso de estas características”.
Solo una jugadora del equipo contrajo el virus al principio del estado de alarma, aunque ya está felizmente recuperada, y una semana o días antes de viajar a Las Rozas todos los participantes en este playoff exprés deberán pasar la última prueba para asegurar el adecuado estado de salud de las participantes. Por eso es tan importante seguir concienciadas, ellas lo saben bien que han visto cómo el COVID-19 salpicaba a una compañera, y no echar al traste todas estas semanas que les esperan de vuelta al césped por alguna imprudencia.
¿Qué esperar del playoff exprés?
Hay quien cree que tanto tiempo parados los equipos igualará fuerzas de cara a ese partido único del playoff exprés, a finales de julio en Las Rozas. No va a haber lugar a partidos de pretemporada, y hay equipos como nos contaba el Joventut Almassora hace semanas que pueden quedarse sin jugadoras extranjeras por el hecho de jugar más allá del 30 de junio. Circunstancias que ya veremos cómo afectan a lo que se vea sobre un terreno de juego en el que no habrá margen para el error. Ganas y asciendes, o pierdes y te vas a tu casa sin premio.
“Como no es lo mismo la intensidad de un partido que la de un entrenamiento, y ya que no vamos a tener choques de pretemporada, hay que intentar tomarse cada entrenamiento como si fuera un partido, una final. De lo contrario no vas a conseguir tener ese punto de forma y exigencia que tenías antes del parón”, apunta Lorena, preocupada además por el riesgo de lesión al que se exponen tras el largo confinamiento.
“No sabemos cómo se han podido gestionar en estas últimas semanas otros clubes con más recursos que nosotros o Almassora, si han empezado a entrenar antes, pero también creo que de alguna manera todo lo vivido puede igualar las fuerzas”, remarca Sandra, que como el resto de compañeras es consciente de que cualquier dinámica que tuvieran los equipos durante la temporada regular, ya sea positiva o negativa, ahora ya no cuenta.
Ambas hubieran preferido acabar la temporada completa, y poder celebrar presencia en este playoff de ascenso sobre el césped, junto al equipo, aficionados y familiares. Es una “sensación agridulce porque esa emoción y sentimiento también es lo que se busca”, señalan, aunque nadie piense que van a dejar de disfrutar un solo segundo el camino que ahora están recorriendo hasta la Liga Reto Iberdrola. “Nos toca adaptarnos e ir a por todas”, advierten.
Es un reto difícil, y si no se consigue al menos daremos la cara por Aldaia y quedaremos lo mejor posible”.
