Israel Molina Gómez
Seguidor incondicional de Filippo Ganna, este joven deportista ha superado en 2021 una grave lesión y ahora sigue adelante como ciclista, combinando la pista con la ruta y sin dejar de crecer día tras día.
Explicar la influencia que alguien como Sebastián Mora ha podido tener en el ciclismo valenciano es algo realmente complicado de cuantificar, sin embargo, su nombre está cobrando cada vez más fuerza viendo que por detrás, la cantera no deja de producir nuevos talentos que combinan carretera y pista.
Uno de estos últimos ejemplos es el caso de Alejandro Merenciano, casi un adolescente que ya forma parte de la élite del ciclismo de la Comunitat, una región que ya empieza a desafiar a otras de más tradición como podría ser el País Vasco, cuna de grandes campeones.
Mora y Ayuso, dos espejos
Se habla tanto de Sebastián Mora y de Juan Ayuso estos días que a veces falta tiempo para mirar un poco más atrás, donde aparecen estos nuevos nombres. Lo explicaba también José Segura la semana pasada y ahora insiste en ello Merenciano.
«Son gente a la que me gustaría parecerme. Son dos dos corredorazos (Mora y Ayuso). Y luego está José Segura, que más que un compañero es un amigo, además de ser un ciclista de mucha calidad y con el que me gustaría conseguir muchos objetivos que tenemos en común»
Fuera de la Comunitat Valenciana, su ídolo a nivel internacional es el italiano Filippo Ganna, uno de esos ciclistas que compagina la ruta y la pista, que viene de ser campeón olímpico de persecución dentro del velódromo y que hace poco más de una semana se proclamó campeón del mundo de contrarreloj fuera de la pista.
«Es mi máximo referente, aunque yo sigo todas las carreras. El ciclismo es algo que me apasiona y disfruto mucho tanto practicándolo como siguiéndolo por la televisión», explica a Yo Soy Noticia.
No deja de crecer sobre la bicicleta y en este 2021, a pesar de que ha sido su «temporada más difícil«, ha dado «otro saltito», según él mismo nos cuenta. «Creo que es muy importante ir dando esos pequeños saltitos temporada tras temporada para seguir con una buena evolución», continúa.
«Ha sido una temporada muy complicada. Tuve un accidente bastante grave que me tuvo fuera de la carretera durante tres meses justo cuando empezaba a entrenar. Lo he superado con positividad»
Esa mentalidad ha sido clave para salir de esto de la mejor manera posible. «Lo vi como un bache más en el camino y siempre estuve mirando hacia donde quería estar en los meses que me venían por delante», reconoce ahora.
Y aunque eso forma parte de un pasado cercano, se focaliza en el futuro y en las cosas bonitas que tiene por delante. Todavía no tiene asegurado al cien por cien que será lo más importante de la nueva temporada, sí puede adelantarnos algo. «En un principio y si nada cambia, el primer gran reto de esta nueva campaña será una prueba internacional que tenemos en diciembre y que se disputará en el Velódromo de Anadia, en Portugal».
Seguir compaginando pista y carretera
Por el momento, su día a día está basado en entrenar mucho y muy bien y también en seguir adelante con sus «prácticas del grado medio. Tengo que cuadrar todo para poder compaginarlo con los entrenamientos«.
Y si de algo está especialmente contento en estos momentos es de haber entrado a formar parte del Proyecto FER, algo que le va a permitir seguir alternando pista y carretera. «Esa es la idea, hacer las dos cosas porque creo que son modalidades totalmente complementarias. De hecho, pienso que una sirve para mejorar a la otra y viceversa». Eso sí, tampoco oculta que ahora mismo está más «centrado» en la pista.
«Formar parte del Proyecto FER es muy importante para mí. Estoy rodeado de gente que me apoya y que sigue el mismo rumbo que yo. Estoy muy contento de estar dentro de la familia FER»
