Israel Molina Gómez
Al deportista le ha tocado renunciar a su beca Erasmus en Milán, donde compaginaba entrenamientos y estudios, por la expansión del coronavirus. Además, a falta de que se oficialice el paso a Fase 2 de la Comunitat Valenciana, todavía no ha podido entrar a la pista y está centrado en la parte más física
El bádminton es un deporte que va abriéndose camino en España poco a poco, a la sombra de una estrella mundial como Carolina Marín que lo ha puesto en el mapa de forma definitiva. Entre los jóvenes que vienen por detrás está destacando el alicantino Carlos Sánchez Alarcos (El Campello, Alicante, 10 de mayo de 1999), que haciendo pareja con Fran Olivares ya saben lo que es ser campeones de España en la categoría sub-19 y ahora tienen el deseo de lograr ese triunfo en la categoría absoluta.
«Ojalá podamos lograrlo algún día. Creo que somos mejores juntos que por separado, formamos una buena pareja y tenemos ese objetivo», cuenta sobre esa posibilidad que ya se ha evaporado en este 2020. «Ya se tenía que haber disputado, así que tendrá que ser en 2021», explica a Yo Soy Noticia el joven deportista español, que ya da por finiqutada esta temporada.
«Con el bádminton, al ser un deporte minoritario, han decidido cancelarlo todo y empezar de cero el año que viene, así que tocará adaptarse y ya está»
Una experiencia incompleta en Milán
El caso de Carlos Sánchez en este momento ha sido especialmente particular porque estaba estudiando y entrenando en Milán (Italia), el principal foco del coronavirus en Europa y, por tanto, no ha podido aprovechar esa experiencia como a él le hubiera gustado.
«Mira, no me quejo del todo porque cuando empezó todo esto yo estaba aquí en España. Estuve valorando durante algunos días si volver allí o no, incluso al principio mi madre me decía que fuera que esto sería una tontería, pero fíjate, al final todo se fue complicando y decidí quedarme aquí».
En sus palabras hay cierta tristeza por no haber podido vivir al máximo una gran experiencia que le hubiese aportado también un extra como deportista. «Ha sido una pena«, describe sobre todo esto. «Es que además me he tenido que quedar aquí y no he podido entrenar nada de bádminton desde hace tres meses, se me queda la espinita de que ha sido una experiencia incompleta, pero ha tocado adaptarse», describe.
«Es que todavía no he podido entrar a una pista, mi compañero sí ha podido, pero a mí en esta fase todavía no me han dejado al no estar dentro del Centro de Tecnificación»
Teóricamente ya podrá volver a hacerlo a partir del lunes, si se confirma el paso a la Fase 2 de la Comunidad Valenciana. Tiene ganas, aunque sabe que la vuelta no será fácil y lo hará sin la presión de tener que preparar una competición. «Fran me cuenta que no se acuerda ni de darle al volante», explica entre risas.
Lo que sí tiene claro es que físicamente va a llegar «igual o mejor que antes«, porque al no poder estar entrenando la parte técnica se está machando en lo físico. «Creo que corriendo estoy mejor que otras veces, así que eso que me llevo. Me he mantenido bastante bien, la verdad».
Seguir creciendo sin parar
Y es que su contacto con Fran es diario, porque el sueño de ambos es seguir mejorando como pareja, ser campeones de España, «también nos gustaría jugar más campeonatos internacionales, llegar al Europeo…» En definitiva, buscan dar un paso más el año que viene, ya totalmente centrados en la categoría absoluta.
Además, viendo que el dobles español no pasa por su mejor momento, no se cierra a la posibilidad de llegar, en el futuro, a disputar unos Juegos Olímpicos. «En la prueba individual están Pablo Abián y Carolina Marín, pero no hay una pareja de dobles masculino en unos Juegos desde Atenas 2004, no tenemos a nadie en la élite más absoluta a nivel internacional. Sería un sueño poder jugarlos con él», confiesa a modo de deseo.
Lamenta, eso sí, que el dobles tenga tan poca relevancia en España. «Por desgracia aquí es así, nos ven como que estamos jugando dobles porque no valemos para el individual. Y claro, tanto Fran como yo jugamos tanto individual como dobles, aunque sí que es verdad que hemos sacado mejores resultados como pareja que en nuestras carreras individuales».
Y toda esta reflexión la hace siendo perfectamente consciente de que el bádminton ha cogido una gran relevancia en los últimos años gracias a la explosión de Carolina Marín, que ha dibujado un mapa totalmente diferente hasta lo que era este deporte hace una década dentro de nuestras fronteras.
«Se ha notado mucho la influencia de Carolina Marín, hay mucho más interés a nivel mediático, se conoce más, se retransmite más, juega mucha más gente. Pero seguimos teniendo un problema y es que en España, de momento, solo se la conoce a ella. Hay un largo camino por delante.
La influencia de Carolina Marín
Además, incide en que actualmente, «o eres Carolina Marín o no puedes vivir de esto», por eso tiene claro que si se le presentara la posibilidad de salir a jugar fuera se lo tendría que pensar. «Me lo plantearía si se me diese la oportunidad, pero de momento todavía no me ha llegado».
En Europa el bádminton tiene poco peso específico, aunque Carlos Sánchez explica que los daneses «son los únicos que pueden poner en problemas a los asiáticos», además de explicar que en Francia también está creciendo bastante el deporte y ya genera más interés que el que despierta en España.
Por último, tiene claro que en su carrera deportiva es muy importante, ahora mismo, tener el apoyo del Proyecto FER. «Estoy muy contento de estar con ellos, es fundamental. Además, ahora en un momento tan delicado como este, nos han aumentado las ayudas. Es un orgullo estar dentro junto a deportistas tan grandes»
