El equilibrio vital que ha devuelto la motivación a David Levecq | Yo soy noticia

Del 24 de agosto al 5 de septiembre, Tokio volverá a ser la capital mundial del deporte. Unas semanas después de haber celebrado la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, todo está preparado para que la llama olímpica vuelva a encenderse con la llegada de los Juegos Paralímpicos.

Allí, el deporte valenciano volverá a estar más que representando. Muchos y muchas deportistas paralímpicas lucharán por agitar el medallero de España y llevar la bandera de la Comunitat Valenciana en busca de los bronces, de las platas y de los oros.

Uno de los deportistas que más experiencia atesora en los Juegos Paralímpicos es David Levecq. El nadador del Proyecto FER y que lleva desde los 14 años bajo el agua afronta sus quintos juegos con tres medallas como botín: dos de plata en Atenas 2004 (50 y 100 metros libre) y otra plata en Pekín 2008 (100 metros mariposa). Hoy, David Levecq explica en YoSoyNoticia.es cómo es prepararse para unos juegos tan peculiares y cómo ha recuperado la motivación por el deporte.

Creo que esta burbuja puede influir positivamente en el rendimiento

Cada integrante del equipo paralímpico español está realizado la particular burbuja antes de viajar a Tokio. El objetivo es evitar cualquier contacto con el exterior y protegerse así de la pandemia de la COVID-19. Actualmente, David Levecq se encuentra en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat y ha sido capaz de encontrar la motivación en esos 14 días que son prácticamente idénticos.

De hecho, Levecq reconoce que todo esto le puede beneficiar en el rendimiento: «Realmente creo que nos va a venir bien a todos en general estar tranquilos. Al final, estás centrado en los entrenamientos. En mi caso, creo que puede influir positivamente y encima no se está haciendo pesado. Pero, eso sí, tengo unas ganas tremendas de volver a vivir una experiencia relacionada con los Juegos Olímpicos».

Además, lo vivido en el CAR de Granada hace no mucho tiempo también ayuda a que todo sea más llevadero: «Yo, al final, lo estoy llevando bastante bien. Antes de esta burbuja ya tuvimos otra en Sierra Nevada. Podíamos salir fuera del CAR, pero estábamos muy limitados en el tema del ocio y prácticamente solo entrenamos. De todas formas, cuando tienes claro que todo el esfuerzo vale la pena, se hace menos pesado».

El crecimiento y la consolidación del deporte paralímpico

Con el paso de los años, el deporte paralímpico ha ido encontrando su sitio en la sociedad. Superando, como siempre, toda piedra que aparece en el camino, los y las atletas paralímpicas han dado un golpe encima de la mesa impulsados por el inconmensurable impulso del Comité Paralímpico Español, del Proyecto FER o de la Federación de Deporte Adaptado de la Comunitat Valenciana (FESA) entre muchos otros.

Con ese camino y crecimiento, la repercusión ha aumentado y David Levecq lo ha ido notando en cada competición: «He vivido bastantes ediciones y cada vez hemos tenido más repercusión. En Río 2016 creían que no se iban a vender apenas entradas y al final lo llenaron todo. Y cuando vuelves de unos juegos te das cuenta de que la gente conoce cada vez nuestro deporte, sabe que es deporte de élite y que hay mucha variedad. Se han eliminado todos los estereotipos».

Todos esto ha hecho que, además, el nivel deportivo haya crecido: «En la natación, por ejemplo, hablamos de un deporte cada vez más profesionalizado. Mucha gente se dedica a entrenar plenamente y eso se nota. Cada vez es más difícil estar arriba en el medallero. De hecho, cada vez está más repartido. Antes, España era una súper potencia y ahora lucha por estar entre los 10 mejores, algo que sigue siendo un muy buen resultado porque el nivel es muy grande».

Me encuentro bien, disfruto y he encontrado el equilibrio

Más allá del plano deportivo, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han estado marcados por Simone Biles, sus decisiones sobre rechazar participar en algunas competiciones y, sobre todo, la importancia por su salud mental. Y aunque el foco se haya puesto con mayor fuerza a partir de ahora, encontrar el equilibrio entre la vida deportiva y la vida social es lo que permite a un deportista profesional disfrutar de su trabajo.

Eso es algo que ha conseguido hacer David Levecq, que ha recargado sus dosis de motivación: «Después de Río 2016 no tenía claro qué iba a hacer, si iba a seguir, si no… Ahora me encuentro bien, disfruto de la natación y sé seguro que voy a seguir al cien por cien. No sé todavía si intentaré llegar a París 2024, pero me veo con más fuerzas que hace unos años».

Y todo, por encontrar ese empujón tan necesario en un momento de dudas: «Fui a vivir a Valencia hace unos años y quise darle prioridad al trabajo. Por aquel entonces se tuvo que aplazar un Mundial que se celebraba en México por un terremoto. Cuando se celebró pude conseguir una medalla, volví a entrar en el programa de becas como medallista y me ayudó a seguir hacia adelante. Era el empujón que necesitaba para volver a pensar en Tokio. Ahora entreno en el CAR de Sant Cugat, soy entrenador por las tardes… He encontrado un equilibrio en el que estoy cómodo».

Ahora, este medallista que quiere nadar en dos finales y pelear por las medallas, disfruta de su profesión: el deporte de la natación. Con esa motivación, ese equilibrio y esa tranquilidad mental, David Levecq cuenta los días para despegar hacia Tokio para vivir sus quintos Juegos Paralímpicos y con ganas de compartir una experiencia más.

Fotos: Proyecto FER. 

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