El optimismo y la fortaleza de Raúl Martínez, sus dos ingredientes vitales para saborear la medalla en Tokio

A sus 4 años, Raúl Martínez empezó a practicar taekwondo, una decisión que aunque en aquel momento pareciera irrelevante iba a terminar cambiando su vida. De adolescente, con 14 primaveras compitió por primera vez en la modalidad de combate y desde entonces hasta ahora no ha dejado de crecer. Queda por subir el último escalón, el de la medalla olímpica, su gran sueño.

Porque en el camino a Tokio todo ha salido a pedir de boca para él, desde la propia clasificación (la certificó en diciembre de 2019) hasta estas últimas competiciones en las que ha logrado tanto la plata en el Campeonato de España como en el de Europa. «Estas dos medallas nos han reforzado. Estamos haciendo un buen trabajo, vamos en buen camino. Hay que seguir igual e intentar luchar por cambiar el color de la medalla en Tokio«, explica convencido.

Recuperado de sus lesiones

También es muy importante para él haber dejado atrás varias lesiones gravísimas que le han martilleado en los últimos tiempos. «A ver, en la élite es difícil estar siempre al 100%, pero es verdad que después de pasar por momentos complicados, ahora estoy atravesando un buen momento. Estoy entrenando bien, creo que las lesiones las tengo superadas y curadas».

Estas buenas sensaciones espera seguir manteniéndolas durante todo este periodo de algo más de dos meses hasta que se encienda la llama olímpica. «Hay que seguir igual que estos cuatro años de ciclo olímpico. Aunque ahora se vaya acercando el gran objetivo, no nos tenemos que desviar del objetivo diario. Hay que seguir trabajando, entrenando y cambiar pocas cosas«.

«Estar en los Juegos es una ilusión enorme. Tuve la oportunidad de asistir como suplente en Londres 2012 y allí tuve claro que quería ser titular algún día. Ahora ha llegado ese momento»

Recalca la importancia que tuvo para él conseguir tan pronto la clasificación para Tokio. «Está claro que me ha ayudado el hecho de tener el billete, eso da mucha tranquilidad porque te puedes centrar en preparar los Juegos y no el clasificatorio».

Una clasificación espectacular

Eso sí, deja claro que él también pasó por esos momentos complicados de lograr su plaza. «Lo viví en 2019. Logré estar entre los cinco mejores del ránking olímpico, que es una locura. De hecho, esta ha sido la primera vez que España clasifica a tres taekwondistas directamente. Solamente lo hemos logrado nosotros, junto a Corea y Rusia. Somos una potencia, estamos en lo más alto a nivel mundial».

No le importan demasiado las condiciones en las que se celebren los Juegos, siempre y cuando salgan adelante. «Lo que quiero es que se celebren. Después de que casi se cancelan y tal, ahora cómo se hagan da un poco igual. Seguiremos las medidas como nos manden y lo importante es poder estar en una cita como esta y lugar por las medallas. Es verdad que me hubiera gustado que estuviera mi familia y mi mujer, que ya tenían los billetes sacados para el verano pasado y ahora no podrá ser porque ya sabemos que solo habrá público local», explica a Yo Soy Noticia.

«Yo siempre intento ver el vaso medio lleno. Que salgan adelante es un logro, que la gente los disfrute desde casa. Va a ser una pasada. Después de esta pesadilla, los Juegos pueden ser la gran fiesta del deporte y el momento en el que todo el mundo vea la final del túnel»

Esa emoción le llega, sobre todo, al recordar lo complicado que ha sido entrenar y competir en todas estas circunstancias de la pandemia del covid-19. «Ha sido difícil. Es verdad que al volver al Centro de Alto Rendimiento de Madrid, todo era distinto», va contando. «En Gerona, donde pasé la cuarentena, fue complicado todo. Entrenaba en el salón, con mi mujer, que fue competidora hace muchos años. Nos apañamos como pudimos y con el objetivo de no perder la forma, pero así era inviable preparar una cita tan importante como los Juegos».

Así que su llegada al CAR fue importante, pero reconoce que «había muchos protocolos nuevos» y que ha tenido que pasar «un montón de tests, tanto de antígenos como pcr». Y la misma situación se encontraron al retomar las competiciones, algo «fundamental» para poder preparar bien los Juegos. «Es algo que necesitábamos. Nos hemos tenido que adaptar a la situación».

«Los taekwondistas somos deportistas que tenemos una gran capacidad de adaptación. Al no ser un deporte tan mediático, hemos desarrollado a esa capacidad de adaptación que ahora nos ha venido bien, sobre todo cuando las cosas se han puesto más difíciles»

Y aunque sabe que España es un país donde el taekwondo es un valor seguro en los Juegos, él tiene claro que eso es solamente otro aliciente más. «Mira, estas cosas depende de cómo las enfoque cada uno. Se puede ver como una presión negativa que te afectar, pero yo lo veo como una responsabilidad y una oportunidad. Tenemos que ser conscientes de que a nosotros nos ven como una potencia. Eso hay que saber aprovecharlo y entender que los rivales, de entrada, nos tienen un mínimo respeto».

La importancia del Proyecto FER

Y en todo este proceso hay una cosa que sí tiene clarísima.

«Estoy clasificado para los Juegos gracias al Proyecto FER. Y no lo digo ni por quedar bien ni por nada. Es algo que pienso de verdad. Yo he pasado épocas complicadas, con lesiones muy importantes y siempre han estado a mi lado, tanto a nivel económico como a nivel moral»

Eso es algo que agradece y que valora enormemente. «Eso es más importante que cuando la gente te hace caso porque las cosas te van bien. Ahí está más gente. Los que siempre han estado cuando las cosas se ponían complicados han sido los del Proyecto FER«, resume.

«Doblaron la cuantía económica ahora con la pandemia, nos han dado material, ahora tenemos servicio médico, también nos cubren viajes y lo que es muy importante, están muy pendientes de nosotros mes a mes, quieren saber cómo nos va en todo momento», sigue.

«Yo siento que pertenezco a un equipo en la Comunitat, una gran familia en la que compartimos valores. Eso es importantísimo y yo tengo mucho que agradecerles»