El paso adelante de Alberto Lillo, un veinteañero en la élite nacional del tenis de mesa | Yo soy noticia

Tres torneos de vital importancia ha tenido y tiene que afrontar Alberto Lillo, uno de esos jugadores de tenis de mesa que se está intentando ganar un hueco en la élite española a pesar de tener tan solo 20 años. Después de haber competido en las últimas semanas en el Campeonato de España absoluto y en el torneo Estatal sub-23, en pocos días tiene su principal cita de la temporada: el Campeonato de España sub-23.

«A ver, si miras los rivales y tal, más o menos van a ser los mismos», empieza contando sobre estos días de competición y adrenalina a raudales. «Pero este último es el más importante para mí, el que tiene más repercusión», comenta a Yo Soy Noticia el alicantino, que a día de hoy entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Murcia, donde trata de labrarse un futuro como jugador de tenis de mesa.

La burbuja de Antequera

Ese torneo Estatal sub-23 ya luce en las vitrinas de Alberto, que se lo llevó anteriormente, aunque después de todo lo sucedido en los últimos meses con las complicaciones surgidas por la pandemia, tiene claro que «esas semifinales» son un gran resultado.

«Han sido meses muy complicados para todos. Yo desde marzo del año pasado hasta ahora solo competí en Alemania en septiembre un par de días. Se ha hecho muy difícil»

Y es que el Covid-19 se lo ha puesto también muy complicado a todos los deportistas, especialmente a los que compiten en los minoritarios. «Estuvimos varios meses que solo pudimos hacer la parte física, nos conectábamos con videollamada y hacíamos esa parte. No fue hasta el mes de mayo cuando empezamos a volver a entrenar, pero en condiciones complicadas, respetando siempre todos los protocolos sanitarios».

Todo eso ya es pasado y ahora está centrado en lo que tiene este fin de semana, una competición que tendrá lugar en Antequera, ciudad convertida en burbuja constante para el tenis de mesa. «Han hecho allí una burbuja y se están celebrando todos los torneos nacionales. Tenemos que adaptarnos a esta nueva situación, aunque a veces es complicado», reconoce Lillo, que volverá a Antequera para afrontar este tercer torneo casi consecutivo.

«Cuando entras al Pabellón entras a jugar, no puedes entrenar ni nada. Y tienes que presentar un test de antígenos negativo. Pero esta es la forma de sacar adelante los torneos y no queda otra»

Con este torneo pondrá fin a su temporada más complicada, marcada por las cancelaciones de torneos, por la incertidumbre y por la falta de competición. «Ha sido muy difícil y a mí me vino este parón cuando estaba en un gran momento de forma en febrero y marzo de 2020», cuenta ahora, año y medio después y en un momento en el que empieza a ver la botella medio llena.

Recuperar la normalidad para la temporada 2021-22

«Yo creo que la próxima temporada, que para nosotros arrancará en septiembre, será ya más o menos disputada con cierta normalidad. Eso es lo que espero y lo que me gustaría, aunque está claro que no depende de nosotros y hay que seguir viendo cuál es la evolución del virus», resume un deportista que en pocos días estará compitiendo en el Nacional sub-23 antes de tomar unos días de descanso.

«Estaré una semanita o así de vacaciones y después a preparar la próxima temporada«, confiesa antes de explicarnos que jugará en dos clubes diferentes el año que viene, en dos ligas distintas, con el único objetivo de seguir adelante, de seguir creciendo y de ir a más cada día que pasa para recuperar el tiempo que la pandemia nos ha robado un poco a todos.

Es verdad que el tenis de mesa es un deporte minoritario, pero Alberto Lillo es uno de esos talentos que despunta y del que van a oír hablar en un futuro que ya es presente. «Todavía tengo un par de años como sub-21, de hecho, espero disputar el Europeo sub-21 si se hace este año, aunque no sabemos nada». Al tiempo que busca la gloria nacional en sub-23 no deja de plantearse otros retos internacionales.

Y todo ello teniendo siempre al lado al Proyecto FER, un programa fundamental en su desarrollo como deportista.

«Es un orgullo para mí formar parte del Proyecto FER y compartirlo con los mejores deportistas de la Comunidad Valenciana. Son de una gran ayuda para todos, sobre todo para nosotros, los que pertenecemos a deportes minoritarios. Gracias a ello, tenemos la oportunidad de afrontar la temporada con más garantías»

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