Sergi López Revert
Después de quedarse a las puertas de lograr una medalla olímpica, el alicantino buscará la próxima temporada colarse en el pódium de cualquiera de las grades citas que se avecinan.
Pese a que reconoce no estar del todo satisfecho con su temporada, el saltador de Onil Eusebio Cáceres ha logrado volver de las olimpiadas con un diploma olímpico bajo el brazo y una cuarta posición que sin lugar a dudas, le devuelve a la élite internacional del salto de longitud.
Superados los problemas con su isquiotibial izquierdo, y lo que es más importante, habiendo conocido como reacciona mejor su cuerpo a los diferentes tratamientos posibles (los masajes por ejemplo no hacen el efecto que deberían y necesita ‘recuperar a su manera’), el 2022 se presenta como la gran oportunidad de lograr por fin una ansiada medalla en cualquiera de las grandes citas que van a tener lugar.
Aunque hace años que vive en Madrid, en cuanto tiene la oportunidad coge un tren y se planta en Onil, en su pueblo, con su familia y sus raíces, porque si algo tiene claro este alicantino, es que como en casa, en ningún sitio.
Eusebio Cáceres: «El cuarto puesto es bueno y además es una competición que disfruté como un niño».
Esta temporada «ha sido buena anímicamente, pero en cuanto a resultados no puedo darlo como buenos del todo porque creo que debo aspirar a poder hacer algo mas. Es cierto que me costó mucho empezar esta temporada después del 2020 que pasamos con la pandemia, de hecho no llegué al europeo de pista cubierta. Sin embargo al final si que pude estar al aire libre y llegar a tiempo de poder estar en Tokio. Al final he podido volver a estar con los mejores que era el objetivo», nos cuenta el atleta alicantino.
Después de todo este tiempo «el cuarto puesto es bueno y además es una competición que disfruté como un niño, aunque cuando te quedas a un paso de lograr la medalla es una sensación un poco agridulce pero eso no puede empañar todo el trabajo que hemos hecho para poder estar ahí», reconoce Cáceres.
Lesiones superadas
La historia de Eusebio no se entendería sin su relación de amor-odio con su isquitibial izquierdo, que le ha traído de cabeza varios años, de hecho se lo ha roto 6 o 7 veces y tuvo que lidiar con ello hasta que Senén Cortegoso, fisioterapeuta de la Federación de fútbol dio con el problema, y es que a Eusebio, a diferencia de la gran mayoría de los mortales, los masajes no le vienen bien para recuperar, le relajan demasiado y eso acaba siempre en lesión.
Eusebio Cáceres: «A mí lo que me funciona es la fuerza, es decir hacer ejercicios de carga en el músculo en cuestión y los problemas desaparecen».
Reconoce haberlo probado «todo, pero al final cada cuerpo es un mundo y nosotros nos dimos cuenta de que cuando perdía tensión, sufría. A mí lo que me funciona es la fuerza, es decir hacer ejercicios de carga en el músculo en cuestión y los problemas desaparecen, desde que supe eso no he tenido problemas de ese tipo».
Llegar a sobreponerse a un problema como este no es sencillo. Al final esa recuperación «muchas veces depende de lo cabezón que sea uno en querer lograrlo. De 2012 a 2017 he tenido problemas con las lesiones, de hecho no puede estar en Río por eso. Es un laberinto muy jodido del estaba convencido de que iba a salir y en ello estuve centrado mucho tiempo, hasta que lo logré y estoy muy contento con ello», nos cuenta Eusebio.
Eusebio Cáceres: «Al final soy un privilegiado y no quería quedarme con la sensación en el futuro de no haberlo intentado absolutamente todo para poder medirme de tú a tú con los mejores».
Siempre ha sido consciente de dónde está «y de lo complicado que es lograrlo, al final soy un privilegiado y no quería quedarme con la sensación en el futuro de no haberlo intentado absolutamente todo para poder estar en perfectas condiciones y medirme de tú a tú con los mejores. La confianza en uno mismo y sus posibilidades es fundamental para levantarse una y otra vez cuando las cosas no salen como quieres», declara el alicantino.
Nuevos retos en 2022
Los objetivos para la nueva temporada son sencillos, «después de un cuatro puesto solo puedo tratar de subir peldaños y no hay más, ese es el objetivo. Ahora estoy bien, estoy entrenando a gusto y lo que busco es esa medalla en un gran campeonato, sin lugar a dudas estoy en un gran momento de forma, siento que ha llegado mi momento”, dice el atleta.
Eusebio Cáceres: «Cuando la pandemia nos dejó en casa no sólo no nos dejaron en la estada, reforzaron su apuesta por nosotros para que pudiésemos cumplir nuestros objetivos».
Poder contar con el respaldo del Proyecto FER «es un lujo y no hay otra forma de describirlo. Sin ellos sería imposible haber podido estar en las condiciones en las que estoy ahora. Siempre he sido de ir muy a la mía, pero en este caso no podemos estar más agradecidos. Cuando la pandemia nos dejó en casa no sólo no nos dejaron en la estada, reforzaron su apuesta por nosotros para que pudiésemos cumplir nuestros objetivos», reconoce el saltador.
Cuando eres pequeño «claro que sueñas con ser deportista profesional. Yo hacía de todo de pequeño, de hecho todo el mundo pensaba que iba a ser futbolista. En mi pueblo hay dos locos como Jesús Gil y José Antonio Ureña que son todo en el deporte de Onil y al final ellos tratan de que los niños/as hagan de todo y luego elijan dónde quieren desarrollarse. Yo por ejemplo empecé con las combinadas y estoy muy contento de la elección que hice en su momento por los saltos», nos cuenta el de Onil.
Para que el atletismo no deje de crecer hay que seguir cuidando a los más pequeños, para ello «es fundamental sacarlo a la calle, que no se reduzca todo a una pista o un estadio, que la gente pueda ver una competición de saltos en un centro comercial o una carrera en un parque. Si acercamos este deporte a la gente, y a los más pequeños, seguro que estaremos dando un paso adelante para que apuesten por esta disciplina que es maravillosa», concluye Eusebio.
