Gema Martí, el reto de los 63 metros y el desafío de un Europeo sub-23 para llegar más lejos que nunca | Yo soy noticia

No hay barreras para el atletismo español. Cada día sale un deportista destrozando una marca, un récord, lanzando más lejos que nunca. Y uno de esos ejemplos es el de la valenciana Gema Martí (19 de julio del 2000, Gandía), quien, a sus 20 años, ya se ha instalado en la élite del lanzamiento de martillo europeo.

Lo refrendó en la última Copa de Europa de lanzamientos celebrada en Split (Croacia), donde batió su marca personal llegando a los 62 metros y 11 centímetros, un buen resultado pero al que ella le pone un pero. «Hice marca, sí, pero no fue el mejor lanzamiento posible, así que me fui con esa sensación de que estuvo bien, pero no fue todo lo que podría haber sido».

Esta frase esconde una gran ambición tras de sí, aunque no niega que está «muy contenta» de haber llegado hasta ahí en una prueba que la pilló a contrapié.

«La Copa de Europa se debía haber hecho en marzo y en Portugal porque era nuestra gran competición invernal, pero por temas del Covid tuvo que aplazarse a mayo y yo ahora ya estoy encarada a los objetivos del verano»

Sin embargo, sacó un hueco para acudir a Split y conseguir ese gran registro. «Fui sin haber hecho ese trabajo previo necesario para una gran competición, por eso me marcho contenta. No es fácil ir a una competición internacional y sacar marca personal», explica a Yo Soy Noticia.

«Pero es que en marzo fue imposible hacerlo, era cuando peor estábamos en todos los sitios», cuenta sobre el cambio de fecha y escenario. «Se ha hecho duro, iba a ser en Portugal y se tuvo que cambiar a Croacia. Ha sido un proceso largo, con muchos tests pcr hechos, antígenos, con todo muy controlado, con grupos burbuja…».

Son los tiempos que les ha tocado vivir a los deportistas, quienes han mostrado una tremenda capacidad de adaptación siempre, pero ahora se ve el vaso ya algo medio lleno, aunque Martí apela a la prudencia. «El bicho todavía no se ha ido y hay que tener cuidado», reflexiona en voz alta.

Cienfuegos y Laura Redondo, referentes

Deportivamente tiene como gran objetivo de la temporada el Europeo sub-23 y está en busca de la mínima, que es de 63 metros y va a tratar de lograrlo o acercase lo máximo posible para estar allí. «Tenemos claros los objetivos, estamos muy bien físicamente, con un plus de confianza importante. Cuando me termine de soltar un poco estoy segura de que voy a ser capaz de lanzar más».

«Javier Cienfuegos y Laura Redondo son mis dos referentes, los mejores lanzadores de martillo que hay España. Llevan ahí arriba muchos años y siguen siendo los mejores. Me acuerdo que en 2013 yo les pedí una foto»

Se deshace en elogios para ambos, dos fantásticos atletas con los que compite asiduamente en los diferentes campeonatos, algo que también ha hecho con otra de las grandes del atletismo nacional, María Vicente, con quien comparte generación. «La conozco desde hace muchos años, somos amigas, hemos crecido juntas. Me acuerdo que yo la vi ser campeona del mundo en Nairobi, estábamos juntas en ese campeonato. Son sensaciones y recuerdos muy bonitos».

Viene esto al caso por la explosión de un atletismo español para el que ya no hay barreras. «Al final hay una fiebre muy grande por el deporte. El atletismo tiene muchas disciplinas y eso es muy importante», explica.

Además, tiene claro que en su especialidad el camino es lento. «Hay que ir dando pequeños pasos», nos cuenta. «Estamos acostumbrados a que los atletas que hacen carreras explotan muy jóvenes y los lanzadores solemos tener nuestro mejor momento alrededor de los 30. Hay que confiar  en que iremos haciendo nuestro camino poco a poco».

Un verano de grandes objetivos

Para empezar, este verano, además de intentar estar en ese Europeo sub-23, también tiene marcado en rojo el Nacional sub-23 y el Absoluto, donde también quiere «dar guerra», amén de que espera que el covid-19 no traiga consigo más aplazamientos o cancelaciones. «Yo creo que saldrá todo adelante, bueno, es algo que espero que sea así. Nuestros campeonatos se están llevando de forma muy controlada. Por ejemplo, los lanzadores solamente nos quitamos la mascarilla cuando entramos en la jaula».

De toda esta situación, lo que peor lleva ella y, por extensión, el resto de atletas es la frialdad que se encuentran en las competiciones.

«Lo llevamos fatal, la verdad. La mayoría de nosotros somos compañeros, amigos. Nos conocemos de toda la vida y no nos podemos abrazar después de una buena o mala competición. Y además también nos falta el calor que da el público, que siempre es muy especial»

Queda ya cada vez menos para terminar de superar todo esto y ella, agradecida, tiene claro que uno de los pilares que le han permitido seguir adelante es el Proyecto FER. «Es que es un apoyo increíble. Están pendientes de mí en todos los meses, me preguntan siempre. Y luego en estos meses de cuarentena ha sido clave la ayuda en temas de material sobre todo todo. Algunos no teníamos recursos para hacer esas en casa y eso, puedo decir, que me salvó la vida».

Foto: José Andrés Martí

 

Foto de portada: Sportmedia.

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