Héctor Cabrera se toma su «revancha» particular con la medalla en Tokio | Yo soy noticia

El lanzador de jabalina valenciano Héctor Cabrera acabó quinto en la final de Río 2016 y ese mismo día se prometió a sí mismo que lograría la medalla en Tokio, algo que quería hacer por él y que quería dedicar a su abuelo. Hoy, cinco años más tarde, puede decir orgulloso que lo ha logrado. Sin embargo, hasta subir a ese podio solamente él sabe por todo lo que ha tenido que pasar y ahora nos lo cuenta.

«Ha sido muy difícil, han pasado muchas cosas», empieza contando ahora, cuando hace apenas diez días desde ese lanzamiento de más de 60 metros que le dio la tercera plaza. «Estoy muy feliz, muy contento. Es más que un sueño cumplido», reconoce abiertamente el deportista FER, que ya se ha quitado esa espinita.

«Los Juegos de Río fueron difíciles, me faltaba madurez deportiva, pero aprendí a valorar la importancia de disfrutar y es algo que hice en Tokio. Disfruté como un niño y así es como salió ese lanzamiento que todavía no había salido»

El premio a una temporada muy dura

Y eso que llegó al Estadio de Tokio después de un año muy duro. «Esta ha sido una de las peores temporadas de toda mi vida, tanto física como psicológicamente. A un mes o mes y medio de los Juegos me replanteé dejarlo. Fueron unos momentos muy duros. He pasado por momentos que en mi vida hubiera imaginado que pasaría», explica a Yo Soy Noticia.

«Combatir contra todo eso no ha sido sencillo. Tengo que dar las gracias a mucha gente, sobre todo a los psicólogos. Todo el mundo y todo mi entorno ha formado parte de la recuperación. Sin ellos no habría podido», reconoce.

Uno de los momentos más complicados fue en el Campeonato de Europa, un evento en el que él ya tenía tres medallas de oro. «Fui con el objetivo de volver a sentir la competición, de recuperar las rutinas de siempre, pero la verdad es que entrenando allí tuve muy buenas sensaciones. Me veía con muchas ganas, pero la verdad es que en el momento de la competición parecí un novato. Soñamos con la medalla pero me llevé un golpe de realidad porque mi cuerpo no estaba para eso. Eso es lo que más frustró».

También la lesión le ha privado de volar más lejos en Tokio. «Creo que podría haber estado peleando por el oro sin la lesión», cuenta. «Justo la semana en la que me rompí la rodilla estaba entrenando por encima de 66 o 67 metros y acababa de terminar la cuarentena. Estaba en marcas muy buenas, pero luego llegó la mala suerte de romperse una rodilla; son cosas que pasan en el deporte de élite. Llevamos el cuerpo al límite. Estaba soñando con el oro, con el récord del mundo…».

Volver al 100%

Pero ahora, con ese bronce colgado del cuello, ve las cosas desde un prisma totalmente diferente y mucho más positivo.

«Voy a volver al cien por cien. Estoy seguro. Hace dos meses hubiera dicho que no, pero ahora lo tengo claro. He vivido los Juegos, he visto como un vendaje te puede cambiar la vida. Mi cuerpo fue capaz de inhibir  ese dolor de rodilla»

Tiene claro que «la recuperación es larga», pero también que «mucha gente antes lo ha conseguido», resume. «Creo que voy a volver más fuerte, con más ganas y con la misma ilusión de siempre. Al final, me salió un lanzamiento por encima de 60 metros después de apenas un par de meses de entrenamiento».

La peor lesión de su vida

Ha sido clave para él este resultado, conseguido en el momento clave. «En el mundo paralímpico, la exigencia es mucho mayor en el momento de la competición importante. Te lo juegas todo a una carta. Fue en los Juegos y volverá a pasar el año que viene en el Mundial. De ese resultado dependerán nuestras becas, nuestras ayudas, el seguir siendo profesionales…».

«Son así las normas, yo no estoy muy de acuerdo y estamos luchando para que se cambien, pero es lo que hay. Por eso es tan duro mentalmente todo por lo que he pasado. Que te llegue una lesión tan grave en un momento tan importante, a un año de los Juegos… La vida te da un vuelco»

Deja claro que esto es algo que no se lo desea a nadie. «Es una situación que te lleva al límite de lo insospechado. Tuve una lesión de espalda que me llevó a estar cinco meses en la cama, pero la más grave de todas ha sido esta«.

En la lesión, en la pandemia y desde siempre, Héctor Cabrera agradece enormemente el apoyo y la ayuda del Proyecto FER. «En todo, en el apartado económico, por supuesto, pero sobre todo en el personal. Se interesan siempre por nosotros, están pendientes de nuestra evolución, de nuestros objetivos. Están ahí cada día y notas que hay un equipo detrás tuyo».

Sigue explicando esto, pero ahora basado en todo lo ocurrido en los últimos meses. «Sin ellos hubiera sido un desastre. Nos han dado una ayuda económica fundamental y también de material. En todas las casas de los deportistas FER se ha podido entrenar. Ha sido algo increíble y es algo que luego se ha visto en los resultados», cierra.

Héctor Cabrera, bronce en el lanzamiento de jabalina F13. Estadio Olímpico de Tokio. 01/09/21. Juegos Paralímpicos Tokio 2020. © Mikael Helsing / CPE.

Fotos: Comité Paralímpico Español

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