Israel Molina Gómez
El taekwondista valenciano competirá el próximo mes en el Campeonato de Europa de Pesos Olímpicos en Bosnia Herzegovina, una plaza que logró al acabar tercero en la Copa del Presidente en Suecia
Arrancó 2020 con grandes resultados, con una sonrisa, demostrando y demostrándose a sí mismo que el trabajo y el esfuerzo siempre merecen la pena, pero todo cambió cuando la pandemia se lo llevó todo por delante. Pese a todo ello, no tengan ninguna duda de que Javier Chicote (24/03/1998 Paiporta, Valencia) es uno de los hombres en los que se va a sustentar el taekwondo español en el futuro.
«La verdad es que este año había empezado muy bien. Quedé tercero en la Copa del Presidente, en Suecia. Tenía muchas ganas de trabajar duro para seguir mejorando mis resultados y seguir subiendo en el ránking mundial», cuenta a Yo Soy Noticia el protagonista, cuando ya han pasado muchos meses de aquello y consciente de todo lo que ha cambiado la vida y su deporte.
Un Europeo en su punto de mira
Ese resultado en Suecia, muy importante para él, le permitía disputar el Campeonato de Europa absoluto de pesos olímpicos, un reto que se convertía en gran objetivo para el deportista valenciano. «Se tuvo que suspender», cuenta apesadumbrado, pero sabedor de que no había otra opción dada la actual situación sanitaria que atraviesa el mundo entero.
«El mes que viene es su nueva fecha, tengo muchas ganas de que se celebre. Es una buena oportunidad para mí»
Son palabras que dice con ilusión, con ese brillo en los ojos tan característico de un deportista ante una gran opción de sacar un buen resultado, que es lo que irá a buscar este próximo mes de diciembre a Bosnia Herzegovina, sede del evento.
Y es que ya es una gran noticia que el taekwondo empiece a celebrar campeonatos internacionales, puesto que los deportes de contacto están atravesando la que es, seguramente, la mayor crisis de su historia, algo que también están intentando superar el resto de deportes de contacto.
«Mira, el confinamiento nos afectó mucho», va recordando Chicote, quien explica los problemas que tuvo para entrenar al no tener a nadie con quien hacerlo. «Perdí un poco los reflejos». Eso sí, aprovechó para machacar y machacar la parte más física. «Me mantuve bastante bien. Intentaba todos los días hacer un buen entrenamiento de 50 o 60 minutos y que fuese todo lo completo que se podía».
La importancia del contacto en el taekwondo
No puede explicarse el taekwondo sin el contacto y claro, en una época donde se huye del contacto social no parece fácil ir adelante en este tipo de deportes. «Ahora todo el mundo quiere escapar del contacto y nosotros lo necesitamos para poder competir», cuenta con cierta resignación el taekwondista, que sabe que las particularidades de su deporte no juegan a favor en estos momentos.
«Nosotros no podemos hacer competiciones online. Tenemos que juntarnos un número bastante amplio de personas en un espacio normalmente cerrado y con un contacto directo. Es muy difícil»
Por eso, visto de esta forma es tan importante que las competiciones internacionales sean capaces de ponerse en marcha en buenas condiciones de seguridad y siguiendo los estrictos protocolos sanitarios. Esos esfuerzos los agradece un deporte minoritario como el taekwondo y que no puede pararse cuando falta ya menos de un año para los próximos Juegos de Tokio.
Aunque la pandemia está limitando los entrenamientos, las competiciones y todo lo relacionado con el deporte, los valencianos siguen adelante en su crecimiento. Y en parte todo esto lo pueden desarrollar dentro de una cierta normalidad porque tienen ese apoyo tan importante del Proyecto FER detrás de sus carreras.
«Agradezco especialmente que se han preocupado por nosotros en los momentos más difíciles. Nos han apoyado tanto dando a conocer nuestras situaciones durante la cuarentena como con el apoyo psicológico y económico para poder comprar material en estos momentos tan complicados», cierra el taekwondista valenciano, que no deja de pensar en ese Europeo de Pesos Olímpicos que afrontará con la única idea de darlo todo e ir a por todas.
