Y es precisamente este hecho lo que ambas ponen en valor cuando se sientan con YoSoyNoticia.es en la sede de la Fundación Trinidad Alfonso en València, recibidas para obtener el reconocimiento que sin duda merecen y para que los medios de comunicación podamos conocerlas un poco más de cerca.
Mireia Martínez y Patricia Pérez, bronce mundial y clasificación olímpica
Los lectores de YoSoyNoticia.es ya han oído hablar de ellas y aquí éxitos como los suyos siempre son de relevancia, pero no está de más escucharlas poco después de darle una enorme alegría a toda la gimnasia valenciana y española. Porque esto lo primero que ponen de relieve, el hecho de que aún faltan dos años para los Juegos Olímpicos de París 2024 y ellas ya pueden decir, junto al equipo nacional que dirige un referente como la alicantina Alejandra Quereda, que tienen plaza asegurada.
Nos sentimos muy felices, realizadas por ser referentes a nivel nacional y sobre todo para las gimnastas más pequeñas»
“Hemos tenido mucho apoyo y nos sentimos muy felices, realizadas por ser referentes a nivel nacional y sobre todo para las gimnastas más pequeñas. Toda gimnasta al final, una vez se ve dentro de la competición, siempre sueña con lo máximo y los Juegos Olímpicos están ahí”, reconocen todavía sin poder borrar la sonrisa de sus rostros, mientras suena el tintineo de las medallas de bronce que portan al cuello.
Un sacrificio y unas lágrimas no siempre reconocidas a nivel mediático
Hablar con una gimnasta impone respeto porque es gente entregada al 200% a su profesión. Comienzan desde muy pequeñas y deben madurar física y mentalmente a una velocidad de vértigo, entrenando infinitas horas semanales para luego jugárselo todo en unos pocos instantes en la competición. Y luego, si no llega una medalla, al ostracismo mediático y con muy pocos o ningún apoyo económico mientras otros entrenan menos de la mitad y salen en portadas por cualquier ‘chorrada’.
Te auto motivas pero todos necesitamos cariño y atención, esa repercusión que también es una recompensa. Nos motiva mucho saber que están pendientes de nosotras”
De todo ello son conscientes Mireia y Patricia, dos de los grandes reclamos que va a tener una gimnasia valenciana que vela armas para el Mundial que en 2023 acogerá la ciudad de València, un enorme reclamo mediático para exponer aún más todo el talento deportivo y humano que atesora esta disciplina olímpica.
“El año pasado no se vio que conseguimos buenos resultados aunque no llegaran las medallas, no se visibilizo nada. Te auto motivas pero todos necesitamos cariño y atención, esa repercusión que también es una recompensa. Nos motiva mucho saber que están pendientes de nosotras”, confiesan.
De la Comunitat Valenciana a París 2024 pasando por el CAR de Madrid
Impacta la madurez y serenidad con la que hablan, sin estar acostumbradas a atender a los medios de comunicación pero con las ‘tablas’ que aporta la disciplina en la que llevan inmersas desde que eran muy pequeñas. Los clubes de Riba-Roja, Aceus, Almussafes o Colonial Sport en Alfafar les vieron dar sus primeros pasos y posteriormente el alto nivel en el prestigioso CAR de Madrid, donde están los mejores de cada deporte, reclamó los talentos de Patricia y Mireia.
Y aunque alejarse de familia y amigos siendo adolescentes duele mucho, provoca lágrimas y dudas, también fomenta el formar una nueva familia junto a las otras gimnastas allí presentes. Te hace madurar antes, y sin lugar a dudas saborear con más fuerza medallas de bronce y clasificaciones para unos Juegos Olímpicos como las que ellas obtuvieron junto al equipo español de rítmica hace poco en Bulgaria.
“Somos como hermanas y nos apoyamos mucho”, nos cuentan estas jóvenes referentes, las primeras españolas y valencianas clasificadas en gimnasia para los Juegos Olímpicos de París 2024. ¡Casi nada!
Algo en lo que estas dos jóvenes integrantes del Proyecto FER y estudiantes (Mireia empieza 2º de Bachillerato ahora con las miras puestas en una Ingeniería o Arquitectura, mientras que Patricia recién comenzó la carrera de Medicina) todavía no han reparado mucho, pero no queda demasiado para que sus sueños se vistan de Torre Eiffel y de villa olímpica en el país galo.
Hasta entonces, seguirán trabajando cada día en silencio para que el ruido mediático lo provoquen sus grandes actuaciones en los mejores eventos de gimnasia rítmica. Sin perder nunca la humildad y las ganas de sacrificarse tanto en el tartán, como fuera de él.