David Quijal
Con apenas dos años de recorrido en el Tiro Olímpico, la joven Paula Morcillo (2004) ya es de las mejores del mundo. La deportista de l'Alfàs del Pi se subió al pódium con una medalla de bronce en la prueba mixta de Foso Olímpico en el Campeonato del Mundo Junior. Su mejor éxito hasta la fecha, y que la posiciona como una de las grandes promesas nacionales para este deporte. Hablamos con esta tiradora de su rápida progresión y objetivos en el Tiro Olímpico, su vida más allá del deporte y los mitos alrededor del tiro y la mujer: "Una mujer es capaz de disparar tanto como un hombre"
El pasado 24 de septiembre finalizaba en Croacia el Campeonato del Mundo Junior de plato, de donde la alfasina Paula Morcillo regresaba con una meritoria medalla de bronce. Un tercer puesto mundial que conseguía junto a Juan Antonio García en la prueba de equipos mixtos de Foso Olímpico.
«Para mí ha sido bastante importante, ya que ha sido mi mayor éxito», expresa la tiradora en una entrevista con YoSoyNoticia.es tras su vuelta a España, con la incredulidad todavía de la magnitud de lo logrado.
«En el momento no tenía ni idea de lo que había hecho», reconoce. Pero ahora se detiene a pensarlo y dice orgullosa: «Tengo una medalla de bronce en un Campeonato del Mundo».
Tal y como nos apunta, era un objetivo que tenía en mente para este mundial. «La temporada ha ido bastante bien», valora, con éxitos como el de la Copa del Mundo, donde también se llevó un bronce con el federado valenciano Andrés García.
Una rápida adaptación y un talento repentino
La trayectoria de Paula Morcillo en el Tiro Olímpico es breve todavía, pero muy intensa. «Empecé en julio de 2020, nada más terminar el confinamiento», recuerda de una época en la que las cuarentenas y limitaciones al deporte le ponían dificultades para entrenar.
Su influencia para empezar fue su padre, quien practicaba el tiro al plato por afición. «Un día probé, se me dio bien, y me llevó a una competición. Me cogió la selección valenciana, y fui al campeonato nacional. Hice marca internacional, y me cogió la española», narra de su rápido recorrido hasta estar entre las mejores del mundo. «Un engranaje de cadenas que me ha llevado cada vez a un escalón más alto», comenta.
Para entrenar debía recorrer los más de 15okm que separan Alfàs del Pi y Cheste, aunque ahora lo tiene más cerca. Se ha trasladado a Valencia porque ha comenzado a estudiar Negocios Internacionales en la Universitat de València. «Para entrenar ahora me viene mucho mejor», reconoce.
«Tuve que elegir entre el tiro y el basket»
En cuanto ha ido progresando en este deporte, ha tenido que tomar ciertas decisiones, como la de dejar el baloncesto. «Empecé desde los 5 años. Siempre ha sido mi deporte favorito. Llegué a estar en la Final Four por el Campeonato de España, pero tuve que elegir entre el tiro y el basket», explica la ya exjugadora del CB Terralfas.
Ahora, tras regresar del mundial, su objetivo es recargar las pilas para la próxima temporada. «Toca descansar y empezar fuerte la temporada siguiente. Como ya tengo más cerca el campo de tiro, puedo entrenar bastante», comenta de sus objetivos a corto plazo.
Por otro lado, apunta que ahora debe ponerse al día en la universidad después de las clases perdidas por el campeonato. Y es que ya ha experimentado en primera persona las dificultades que suele tener el deportista para compaginar su deporte con los estudios. «Apenas he tenido tiempo para dedicármelo a mí o a mis hobbies. Siempre ha sido estudiar y tiro», expone, afirmando que por suerte pudo sacarse el bachiller con buena nota.
«Hay que dedicarle mucho esfuerzo y trabajo»
«Si tienes claro lo que quieres, va a ser así. Es sacrificado, pero tampoco lo es tanto porque sabía lo que quería. Se puede hacer bien, pero hay que dedicarle mucho esfuerzo y trabajo», reflexiona al respecto.
Sueños, referentes y mitos
Como todo deportista, Paula Morcillo tiene el sueño de competir en unos Juegos Olímpicos. «Sí, lo tengo. Pero a largo plazo», afirma con sensatez, conociendo la magnitud del reto y el recorrido que todavía tiene por delante.
En busca de ese sueño, hoy en día goza del apoyo del Proyecto FER, siendo una de sus integrantes. «Me viene genial. Es un apoyo y nos da mucha visibilidad. Se preocupan mucho por nosotros», explica sobre la ayuda que supone para deportistas como ella.
En ese camino también tiene espejos en los que mirarse, como Alberto Fernández y Fátima Gálvez, oro en Tokyo 2020 a quienes valora como referentes. Tampoco se olvida de su entrenador, Salvador Narbona.
Y en ese proceso, seguirá demostrando que las mujeres también se pueden dedicar al Tiro Olímpico. «Yo pienso que una mujer es capaz de disparar tanto como un hombre. He conocido gente que me ha dicho que es un deporte de chicos, o que disparar con una escopeta me tiene que hacer daño», confiesa.
«Toca cambiar esa mentalidad. Son gustos. No tiene nada que ver con ser hombre o mujer», concluye.
