Luis Barrachina
El taekwondista valenciano es el español que ocupa el puesto más avanzado (23) en el ranking mundial de su categoría - 80 kg. Recientemente ha logrado la medalla de plata en la universiada de Taipei donde cayó en la final ante el número uno del mundo y ahora, su mirada está puesta en el Campeonato de Europa y en los próximos torneos internacionales para batir a su rival por excelencia, Milad Beigi, e irrumpir entre los mejores de la élite
Raúl Martínez es el fiel reflejo del gran estado de forma que goza el taekwondo en la Comunitat Valenciana. Junto a Daniel Ros y Blanca Palmer, los tres componentes FER conforman un trío inaudito que prácticamente asegura una medalla por competición.
El último éxito de Martínez tuvo lugar en Taipei donde se colgó una medalla de plata en la Universiada de China cayendo por tan solo tres puntos contra el número uno del mundo, Milad Beigi. Lejos de mirar con respeto o temor a su rival, el español cree que está preparado para dar un golpe sobre la mesa y hacer historia en este deporte.
Por el momento, se ve entre los mejores del mundo y así lo demuestra el ranking mundial donde ocupa el puesto número 23 en la categoría -80kg. Actualmente, dentro de su peso, es el valenciano y el español que ocupa la posición más alta. ¿Conseguirá conquistar la clasificación? Raúl está listo para ello.
Para quienes no hayan oído nunca el término “universiada”. ¿Qué es?
Es una competición muy interesante, son como unos Juegos Olímpicos universitarios. Se viven en un villa donde hay todo tipo de deportes y deportistas. Se respira un ambiente diferente a una competición con una sola disciplina y te da una cierta tensión.
Recientemente has participado en una en Taipei, China. ¿Cómo has vivido la experiencia?
El día de la competición lo afrontamos como una más, combate a combate. Nos fueron yendo bien y nos plantamos en la final.
En esa final te enfrentaste al actual campeón del mundo y bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Caíste 3-6 pero no le perdiste la cara en ningún momento al combate.
Es el rival que nos quitó del paso a medalla en el Campeonato del Mundo celebrado en Corea en junio. Nos enfrentamos por segunda vez en la final de la universiada. Es un rival muy fuerte y completo. La táctica era destruirle constantemente y no tenerle miedo porque él enseguida huele el miedo y te arrolla. Es un rival que puntúa muy fácil y se distancia rápidamente en el marcador.
¿Y qué hizo decantar la balanza?
Intentamos que no hubiera una gran cantidad de intercambios y fuera un combate tenso. Lo seguimos como lo habíamos planteado. Al final, hubo una acción donde yo iba perdiendo por un punto, tenía que arriesgar y él me leyó bien, se anticipó con una patada al peto y fueron los tres puntos de diferencia. No obstante, es un rival que suele terminar con marcadores muy abultados.
En octavos de final del Mundial de Corea también caíste derrotado contra el azerbayano Milad Beigi. ¿Es tu rival a batir?
Sí, completamente. Ahora mismo es un rival muy completo, elasticidad, cualidades e inteligencia. En el Campeonato del Mundo también me sacó una diferencia de tres puntos que hoy es día es mínima. Espero que a la tercera vaya la vencida y pueda vencerle.
¿Cuándo será la revancha?
La semana del 20 de septiembre. Tenemos el Grand Prix Series que se celebra en Marruecos. Puede ser que en ese campeonato nos enfrentemos.
¿Crees que estás al nivel de los mejores del mundo?
«Yo creo que estoy entre los mejores del mundo. Ha quedado demostrado con mi actuación en una competición de este nivel y con este marcador tan ajustado contra un rival tan fuerte»
Me falta tener esa pizca de suerte para tener una medalla, siempre me he quedado a las puertas. Siempre he perdido con el que luego ha resultado ser campeón del Mundo o de Europa.
Este año tu primera medalla internacional llegó en febrero, bronce en el Open de Las Vegas. El anterior metal fue en abril de 2016, otro bronce en la Copa Presidente celebrada en Alemania. ¿Qué ocurrió para estar nueve meses en el dique seco a nivel internacional?
Las medallas cada vez están más caras. Considero que ese número de medallas obtenidas no se corresponde. En los internacionales siempre vamos a preparar el gran evento y muchas veces no los afrontamos para ganar sino para trabajar. Por ejemplo, en el Grand Prix de Moscú íbamos los 32 mejores del mundo y ahí perdí por un punto contra el campeón olímpico. Puede parecer que son pocos resultados cosechados pero sé que estoy entre los mejores del mundo. Con paciencia y trabajo creo que llegarán los éxitos.
¿Consideras que es más importante cosechar victorias y títulos en competiciones internacionales que en nacionales?
Claro, siempre es más importante ganar una competición internacional no solo por los puntos sino también por el prestigio. El próximo Grand Prix, por ejemplo, es un G-4, quien gane subirá 40 puntos en el ranking. En el ranking olímpico de julio yo era el número 25 pero en agosto me han sumado los puntos del último Grand Prix y de la universiada y he subido dos puestos.
¿Hay una gran diferencia entre el número 1 y el 25?
Hay gran diferencia de puntos pero a nivel deportivo no. La prueba la tienes que contra el número uno perdí por tres puntos en la universiada y la anterior fue contra el segundo del mundo que fue el campeón olímpico y solo perdí por un punto.
Al margen de Tokyo 2020, que es la meta de todo deportista, ¿cuál dirías que es tu objetivo a corto o medio plazo?
Obtener una medalla en un Grand Prix. Ahora tenemos dos por delante: uno en Marruecos en septiembre y otro en Londres en octubre. El que gana obtiene 40 puntos y nos enfrentamos los 32 mejores del mundo así que eso da mucho caché. El próximo año, en mayo, será el Campeonato de Europa a donde voy a por medalla o incluso a por el oro.
