Uiso Crespo
Judo, fútbol, taekwondo, golf, rugby, tenis y… triatlón. Hasta seis deportes llegó a practicar el joven Romaric Forques antes de comenzar a desenvolverse en las tres disciplinas que le han llevado a ganarse un nombre en el viejo continente
Nacido en Francia en 1999, pero viviendo con su familia en Valencia desde los cinco años (actualmente reside en Bétera). Posee una gran corpulencia física y una altura destacable (1,82 m.) que ha sabido aprovechar para la práctica deportiva.
Una revisión médica, cuando era pequeño, cambió el recorrido de su vida. Le detectaron una escoliosis en la espalda y le aconsejaron que practicara natación. En ese momento no era el ejercicio que más le gustaba para entrenar: “Entonces no quería nadar, me aburría”, recuerda Forques.
Sin embargo, poco a poco se fue adaptando a las circunstancias. Entre un compañero de instituto suyo y sus padres le hablaron de que el triatlón se estaba poniendo de moda. “Dije yo me apunto a esto. Si se puede hacer bici y correr, nadar me da igual”, afirma.
Al comenzar los deportes me gustan mucho, entonces entreno mucho. Eso me ha ayudado a tener una progresión muy buena”, señala Romaric.
Solo un año después recibió la llamada del Centro de Tecnificación Deportiva de Cheste. Siendo infantil de segundo año se marchó interno a la residencia situada al lado del Circuito Ricardo Tormo, donde permaneció dos campañas.
No fue hasta cadete de tercero cuando volvió a marcharse fuera de casa, esta vez para ingresar en la residencia Joaquín Blume de Madrid. “Me fue bien, estoy contento del paso”. Desde junio entrena en Bétera con Jordi Jordá. “Llevaba muchos años fuera. Echaba mucho de menos a mi familia y no me llego a acostumbrar del todo a estar tan lejos. Necesitaba un cambio y decidí volver a casa”, explica el triatleta.
El 2017 deportivo de Romaric Forques ha sido una montaña rusa, como escribieron en la página web del Proyecto FER. Al inicio del curso se adjudicó una trabajada sexta plaza en la Copa de Europa de Quarterira (Portugal).
Sin embargo, empezó a tener problemas en el diafragma que le impedían respirar, lo que le llevó a retirarse del clasificatorio para el europeo. “Esto lastró los objetivos de la temporada”, analiza.
Una vez llegó a casa fue recuperándose anímicamente y físicamente para realizar un buen Campeonato de España, donde se colgó la medalla de plata. “No cumplí mis expectativas porque mi objetivo era ir al europeo y al mundial, pero tampoco fue desastrosa ni buena, fue regular”, reconoció el deportista.
Preparación para la competición
En una semana en la que compite, el triatleta entrena lunes, martes y miércoles las tres disciplinas, en función de lo que el entrenador le indique. En esos días suele ejercitarse por la mañana y por la tarde. Los jueves es el día que emplea para viajar al lugar en el que se va a desarrollar la prueba, y el viernes es cuando reconoce el circuito.
La carrera a pie es, a día de hoy, su disciplina favorita. “Desde pequeño es la que más me ha gustado, aunque la bici ahora también me gusta mucho”, dice Forques. También ha reconocido que esta temporada no se le ha dado muy bien la parte de running debido a las molestias que han lastrado su rendimiento.
Temporada 2018
El atleta de origen francés espera que le salga una campaña mejor que la que ha tenido este año, además de conseguir clasificarse para el Campeonato de Europa y el Mundial, donde espera estar delante. En el Europeo logró la medalla de bronce cuando era cadete.
Lucho por ir al Campeonato de Europa y ganarlo. No entreno para quedar segundo, yo entreno para ganar”, destaca.
Tiene la mentalidad de un ganador, el cuerpo de un atleta todoterreno y el apoyo incondicional de una familia que se ha volcado al máximo con él. Puede llegar donde se proponga. Su carrera deportiva ha comenzado con muy buenas impresiones, y sus límites están todavía por descubrir.
