Será dentro de la 4ª edición de FIGHT NIGHT, que se celebrará en la localidad toledana de Añover de Tajo, cuando el peleador de 42 años de edad se vista por última vez de corto para afrontar un combate de este tipo.
Seguro que fuera del ámbito deportes de contacto no son muchos los que han oído hablar de Juan ‘la avispa’ Martos, pero en su figura encontramos a un seis veces campeón de España y bicampeón mundial de kickboxing que durante más de dos décadas ha disputado más de 100 combates, y compaginado los golpes en el cuadrilátero con trabajos que le permitieran poder salir adelante en un país que no cuida ni respeta como debiera este tipo de disciplinas.
Pero pese a la menor repercusión mediática en comparación con otros deportes, a los intentos de la clase política por ensuciar la imagen de estas disciplinas y la dificultad o directamente imposibilidad de vivir exclusivamente de ello en España, siguen saliendo adelante referentes como Juan Martos, todo un ejemplo de sacrificio y esfuerzo para labrarse una carrera que el 3 de diciembre tocará a su fin.
Y el catalán desea que además sea con un nuevo cinturón para sus vitrinas, ya que este último combate está pactado a un 5×3 en la categoría del peso superligero y tendrá como aliciente la disputa del prestigioso cinturón europeo ISKA (International Sport Karate Association).
Allí Juan Martos tendrá de contrincante a un duro rival, el experimentado púgil especializado en boxeo thailandés Pedro Ruiz, campeón de España WBC en la división de muay-thai y que a toda costa peleará por el título continental para robar el protagonista en la noche de ‘la avispa’.
Intentará impedirlo un Juan Martos que durante todos estos años ha logrado compaginar familia, trabajos convencionales y además victorias en el deporte, siendo uno de esos ejemplos para las nuevas generaciones que persiguen sus sueños en este ámbito donde la fama y los millones solo son para unos poquísimos privilegiados y desde luego no están en España.
Serán sus inconfundibles ‘low kicks’ y la contundencia que siempre ha mostrado en el pateo, así como su endiablada velocidad de manos, los que le puedan alzar de nuevo como vencedor y esta vez en ‘el último baile’ de su dilatada trayectoria.
Un pesaje a la altura
Una velada de estas características no sería la misma sin el necesario pesaje previo, que será el 2 de diciembre en la discoteca TIFFANY´S THE CLUB, ubicada en una de la mejores zonas de la ciudad de Madrid. Su propietario Edu Benito es un gran aficionado a los deportes de contacto y siempre que puede no duda en colaborar con este tipo de acontecimientos.
Conviene apuntar que Juan Martos será protagonista pero no el único en un FIGHT NIGHT IV que, de nuevo bajo la batuta de Antonio Iñigo ‘Toñín’ y Antonio Ricobaldi de la promotora Unlimited Global Challengers, estará lleno de alicientes para complementar la especial retirada de la legendaria ‘avispa’.
Hablamos del célebre FLOW ZETA, que será uno de los artistas que con sus pegadizos temas acompañará a Juan Martos en esta noche tan señalada. Se contará también con Ángel Manuel Lorenzo, experimentado especialista en la grabación con drones y uno de los pilotos más experimentados del sector, considerado actualmente como un referente mundial en la materia.
A su vez la zona VIP contará con multitud de famosos y ‘celebrities’ del faranduleo televisivo más mediático, quienes han decidido no perderse esta gran gala que apuesta por la modernidad para acercar los deportes de contacto a todo el mundo.
«Estoy contento porque años atrás no hubiera imaginado todo lo que he hecho»
Juan Martos habla de «muchos años de sacrificio», de «ganas de poder llevarme ese cinturón que en mi carrera no lo tengo y me lo quiero llevar a toda costa, sí o sí». Aunque también reconoce que el sentimiento de «tristeza» está presente porque «llevo toda una vida dedicada a los deportes de contacto».
Una mezcla de emociones que el catalán de 42 años resume así: «alegría porque miro atrás y veo una buena carrera por mi parte, muchos combates con victorias y derrotas, con títulos me que he podido llevar y desde luego no me puedo quejar de todo eso. Pero siento tristeza porque es toda una vida y me da pena».
«Años atrás no hubiera imaginado todo lo que he hecho, estoy super orgulloso de la carrera hecha», añade Martos.
Por último desea acordarse de los que he le han acompañado en este camino, que ha tenido muchas etapas y casi nunca ha sido fácil porque lo tiene claro, «en España no es fácil llegar a lo que he llegado yo».
Ha sido una gran familia para mí y por eso me despido a lo grande, por ellos, por estar a su lado»
«Tengo que acordarme del trabajo de Antonio Ricobaldi, que era el único que se preocupaba y que movía hilos para conseguir buenos locales y pesajes en la Gran Vía de Madrid con los que darle prestigio a los eventos. Ser un luchador, que salgas en prensa y te vea la gente hace que te sientas valorado, y eso solo ha podido lograrlo Antonio para gente como yo», señala ‘la avispa’, que a pocas fechas del adiós como competidor (seguirá vinculado de otra forma a los deportes de contacto) es generoso con los que tanto le han cuidado deportivamente hablando.
«Gracias también a Manuel García Barrio con el tema táctico del kickboxing no me puedo quejar de nada. Ha sido una gran familia para mí y por eso me despido a lo grande, por ellos, por estar a su lado», remata.