Adrián Rubio
Si hay un nombre que resuena estos días en el ámbito de las artes marciales, y en concreto del Muay Thai español, ese es el de Rubén Rondón.
El joven vallisoletano derrotó recientemente a Alexander Youssef en la categoría K1 del evento ‘Hombres de Honor 111’ que se celebró en Guadalajara (unas veladas de máximo nivel en las artes marciales mixtas), elevando su número de victorias hasta las 50 en los 54 combates disputados.
YoSoyNoticia en radio y televisión: muay thai, criptomonedas, atletismo, golf, nutrición…
El campeón del mundo de Muay Thai en categoría amateur de la WKA atesora, a sus apenas 20 años, hasta 7 títulos de campeón de España en Thai y K1 en tres federaciones (FEKM, WKA y AEMMA), y además ha copado titulares gracias al premio que le dio uno de sus cuatro patrocinadores: le pagó un extra de miles de euros por ganar su última pelea en el cada vez más popular formato de las criptomonedas.
Manager, entrenador y ‘padre’
Para entender la figura de Rubén Rondón hay que fijarse también en Antonio Ricobaldi. Antonio es una de las personas más influyentes en el mundo de las artes marciales mixtas españolas, regenta su propio gimnasio en Madrid donde muchos chicos sin recursos entrenan duro para labrarse un futuro profesional y como Rubén, atesora un pasado complicado del que no huye. Lo usa como aprendizaje para crecer cada día ahora que la vida le ha puesto delante unas mejores herramientas.
Porque la historia del actual fenómeno español del Muay Thai está trufada de momentos duros, de esos que forjan un carácter y que pueden llevarte a la perdición a no ser que encuentres algo sano a lo que aferrarte. En el caso de Rubén, primero fue el kárate. Disciplina a la que le apuntó su madre cuando este chico del barrio de La Rondilla en Valladolid se veía inmerso en un entorno escolar muy conflictivo.
Antonio, una de las personas que mejor le conoce, nos habla de ‘bullying’, pero Rubén no usa esta palabra cuando le entrevistamos en la radio y la tele de YoSoyNoticia.es. Él se refiere a su infancia y adolescencia como ‘conflictiva’ en relación al colegio donde acudía cada jornada.
Aunque para ser más precisos, realmente el flechazo de Rubén con el kárate empezó antes de que su madre quisiera darle herramientas a su hijo para salir airoso en caso de un problema serio en La Rondilla. “Empecé por las películas de ‘Karate Kid’, me las veía 15 veces al día con mi madre”, nos cuenta, rememorando una infancia que dejó paso a una adolescencia donde Rubén tampoco se encontró un camino de rosas.
Ahí fue cuando sus padres se divorciaron, y su progenitor se fue a vivir con otra mujer desencadenando una serie de conflictos que Rubén quiere olvidar pero que, como resumen, acabaron con nuestro protagonista fuera de casa. Su padre le echó y con 16 años tuvo que buscarse la vida junto a su madre y el deporte, al que abrazó con fuerza para huir de los problemas, las fiestas y el alcohol que le rodeaban.
“Si no hubiera pasado por todo lo vivido no me hubiera cambiado del kárate al Muay Thai, no hubiera hecho cambios que ahora me colocan donde estoy”, reflexiona con gran madurez este campeón de Muay Thai que además es modelo e influencer en redes sociales con decenas de miles de seguidores.
Alguien que saca la rabia dentro del ring o la jaula, pero un chico tranquilo y nada agresivo fuera del mismo. Y es que Rubén solo habla de “respeto” cuando se refiere a los rivales o a la atmósfera que se respira en estas veladas, alejadas de los tópicos negativos o clichés que muchos todavía quieren aplicarle a estos deportes.
“Saca a tu madre de la ‘mierda’”
Así de contundente es Antonio Ricobaldi cuando tiene que motivar a su pupilo en una pelea. Porque como nos dice Rubén, para él no hay mayor motivación que la de ganar y seguir progresando en las artes marciales mixtas con el fin de darle una mejor vida a su madre, que actualmente trabaja como limpiadora.
La gente me pregunta cómo puedo ser tan relajado en mi vida diaria y tan agresivo en el ring y es que tengo un objetivo, que es sacar a mi madre de fregar, y siento esas ganas de hacerlo y mi rival también lo siente, lo creo así”
“Me mete presión, sabe que es la única forma. Está pendiente las 24 horas de mí, es como un padre”, asegura Rubén, quien también está recibiendo clases de interpretación ya que el cine y la televisión le generan mucho interés. “La gente me pregunta cómo puedo ser tan relajado en mi vida diaria y tan agresivo en el ring y es que tengo un objetivo, que es sacar a mi madre de fregar, y siento esas ganas de hacerlo y mi rival también lo siente, lo creo así”.
Es la influencia de Antonio Ricobaldi, que además es el CEO de la promotora Unlimited Global Challengers (UGC). Su sensei, su entrenador y manager que ejerce la presión necesaria cómo y cuándo toca, sabedor de que alguien tan joven como Rubén necesita de esa figura que al igual que un padre es autoritaria a la vez que comprensiva. Es la manera tan exitosa con la que está extrayendo lo mejor de Rubén su entrenador, manejando a un campeón que es el Doctor Jekyll fuera del ring y Mr. Hyde dentro del mismo, de ahí su apodo de ‘Aniquilador’.
El destino quiso que sus caminos se cruzaran cuando Rubén, recién echado de casa por su padre, se fue a probar suerte a Madrid desde su Valladolid natal. El resto, desde entonces, ha sido magia. “Le conocí cuando yo tenía 16 años en un campeonato mundial, fue en Madrid. Me fui allí solo sin esquina y apareció él, me dijo que se iba a poner conmigo. Vio que se me daba bien y me cuidaba mucho, porque fui lesionado a ese combate. Creo que fue el destino, sinceramente”, apunta sobre aquellos inicios de esta pareja que está arrasando en el Muay Thai.
Un afortunado en España
Rubén Rondón actualmente es de los pocos que vive en España de este deporte, contando con hasta 4 sponsors que cada mes le dan un sueldo para garantizar que pueda seguir centrándose casi exclusivamente en el deporte.
He sido, creo, de los primeros en Europa que cobra un premio por ganar una pelea en criptomonedas”
Ahí están Unlimited Global Challenger de su admirado Antonio Ricobaldi, la cadena de gimnasios All For Box, la marca especializada en nutrición deportiva MTX y también GPSO Investments, que además del pago en criptomoneda mensual le entregó el equivalente a 3.000 euros en estas monedas digitales tras su última victoria contra Youssef en el último evento de ‘Hombres de Honor’.
“He sido, creo, de los primeros en Europa que cobra un premio por ganar una pelea en criptomonedas”, señala Rubén, que también se siente abrumado por la repercusión que este detalle ha tenido. Puede decir, con orgullo, que es un mileurista del Muay Thai en España, un lujo al alcance solo de privilegiados y currantes del deporte como él.
¿Y el futuro? Pues seguir ganando combates, mejorar en la interpretación para estar algún día cercano dentro de la televisión y el cine, además de seguir cuidando esa faceta de modelo e influencer que tan bien se le da. Hay tiempo, y Rubén Rondón, para todos. Aunque la UFC, la cima mediática de las artes marciales mixtas, está en su cabeza. Y antes el campeonato mundial K1 Striker este mes de marzo en Países Bajos, que “va a ser una guerra”.
“Ser campeón mundial y además lograrlo fuera de España sería un salto enorme”, afirma, aunque para eso entrena 3-4 horas al día entre thai, boxeo, pesas, físico… Nadie te regala nada a estas alturas. “Los entrenos son muy duros, y además estás todo el día pensando en cómo mejorar, la próxima pelea, el próximo rival… Son 24 horas pensando en esto”, confiesa. En eso, y en sacar a su madre de la limpieza para agradecerle todo el esfuerzo que ella sigue haciendo por él.
